Crear una máquina virtual para Windows 11 en Proxmox VE
Introducción
En SomeBooks.es, ya hemos dedicado un artículo al modo de Crear una máquina virtual en Proxmox VE. Ese es el método general, que seguiremos al crear la mayoría de las máquinas virtuales. Sin embargo, cuando necesitemos que el sistema operativo invitado sea Microsoft Windows 11, deberemos tener en cuenta algunas particularidades con el fin de que su rendimiento sea el más adecuado.
Como ya debes saber, uno de los requisitos para instalar Windows 11 es que el ordenador disponga de TPM 2.0
TPM son las siglas de Trusted Plataform Module, (en español, Módulo de Plataforma de Confianza) y hacen referencia a un pequeño chip instalado en la placa base del ordenador. Su función principal es la de mejorar la seguridad del ordenador almacenando información relativa a la autenticación, datos biométricos, etc.
En SomeBooks.es, publicamos en su día un par de artículos que te permiten esquivar esta restricción durante el proceso de instalación de Windows 11, pero hoy veremos cómo podemos crear una máquina virtual en Proxmox VE sin recurrir a ningún truco. Como si se tratara de un ordenador físico que cumpla los requisitos de Microsoft.
Los artículos que te muestran cómo evitar las restricciones de Micrtosoft son estos:
La ventaja que tenemos con Proxmox VE es que, a partir de la versión 7, incluye un chip TPM virtual que permite ejecutar Windows 11 como si se encontrara en una maquina física.
Además, aquí te explicaremos de forma detallada cómo aplicar las indicaciones de la wiki oficial de Proxmox VE para obtener el mejor rendimiento posible con máquinas virtuales Windows.
Antes de comenzar
Como es lógico, antes de seguir este tutorial necesitarás, como mínimo, un servidor ejecutando Proxmox VE (tal y como te explicábamos en el artículo Instalar Proxmox VE, la plataforma de virtualización empresarial de código abierto).
También necesitarás disponer en tu servidor Proxmox VE de las imágenes ISO de Windows 11 y de los controladores VirtIO. Si lo necesitas, en este caso puedes recurrir a nuestro artículo Cómo almacenar una imagen ISO en Proxmox VE.
VirtIO es un conjunto de drivers paravirtualizados, que podemos usar con máquinas virtuales KVM (el sistema de virtualización que utiliza Proxmox VE). Estos controladores permiten a las máquinas virtuales el acceso directo (paravirtualizado) a los dispositivos hardware instalados en el ordenador. Esto es mucho mas eficaz, en cuanto a rendimiento, que emular los dispositivos hardware.
Puedes obtener la ISO con la última versión estable de VirtIO en el siguiente enlace: https://fedorapeople.org/groups/virt/virtio-win/direct-downloads/stable-virtio/virtio-win.iso
En cuanto a Windows 11, si no dispones de una imagen ISO, puedes descargarla directamente desde el Centro de evaluación de Microsoft: https://www.microsoft.com/es-es/evalcenter/download-windows-11-enterprise y elegir el enlace adecuado.
En definitiva, el aspecto de la interfaz web de tu Proxmox VE debe tener, como mínimo, los dos archivos ISO anteriores.
Si necesitas ayuda con cualquier aspecto relacionado con Proxmox VE, puedes consultar los numerosos artículos publicados en SomeBooks.es sobre el tema.
Crear la máquina virtual
A continuación, deberemos crear la nueva máquina virtual siguiendo los pasos que ya explicamos en el artículo Crear una máquina virtual en Proxmox VE, pero que vamos a repasar a continuación, porque ahora incluiremos algunos aspectos nuevos.
Lo primero será dirigirnos al panel izquierdo de la interfaz web y hacer clic, con el botón derecho del ratón, sobre el nombre del servidor.
Al hacerlo, en el centro de la página aparecerá una nueva ventana que nos asistirá en la tarea de crear la máquina.
En su primera etapa estará activa la solapa General, donde podremos escribir un nombre para la máquina que estamos creando (en nuestro ejemplo, la llamaremos Windows 11).
También podemos elegir el nodo en el que la crearemos (como, de momento, nosotros sólo tenemos uno, el cuadro aparece relleno).
Proxmox puede instalarse sobre varios servidores que trabajarán de forma conjunta. Esta estructura recibe el nombre de Clúster y cada servidor participante se conoce como nodo.
Para obtener más detalles, puedes consultar el artículo: Crear un clúster a partir de dos servidores Proxmox.
También se incluye un identificador (VM ID) que, de nuevo, muestra un valor inicial. Este valor podemos cambiarlo a nuestro gusto por razones organizativas. Por ejemplo, podríamos establecer rangos de valores para las máquinas que compartieran un determinado sistema operativo, o asignar un intervalo concreto para las máquinas virtuales que más adelante convertiremos en plantillas.
Si dejas el valor predeterminado, Proxmox VE irá asignando los identificadores de forma secuencial.
Después, en la solapa OS indicaremos el tipo de sistema operativo (en nuestro caso Microsoft Windows) y la versión (que será 11/2022, porque los ajustes que realizaremos son comunes para Windows 11 y para Windows Server 2022).
A continuación, elegiremos la imagen ISO que contiene el sistema operativo. Primero, indicaremos dónde se encuentra guardada (aunque si solo tienes un disco, será el valor predeterminado) y luego, en la lista desplegable, el nombre del archivo.
En System deberemos establecer diferentes valores:
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En el campo Graphic card, dejaremos el valor Default.
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En la lista SCSI Controller elegiremos la opción VirtIO SCSI.
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En el campo Machine debe aparecer el valor q35.
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Marcaremos el campo Qemu Agent.
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En la lista BIOS escogeremos la opción OVMF (UEFI). Debe aparecer marcada la opción EFI Disk y elegiremos el lugar donde se almacenará dicha información (de nuevo, si tienes un solo disco, ésta será la opción obligada).
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En cuanto a la información sobre TPM, también debemos asegurarnos de que aparece marcada la opción Add TPM, elegiremos el almacenamiento y la versión (que debe ser la 2.0 en el momento de escribir este documento).
Llega el turno de establecer las características del disco duro virtual. Básicamente, debemos elegir VirtIO SCSI en el campo Bus/Device, el almacenamiento local donde debe crearse y el tamaño que le asignaremos (recuerda que Microsoft recomienda un mínimo de 64 GiB).
Además, en el tipo de caché establecemos el valor Default (No cache). La opción Write back. sería más rápida, pero también más insegura.
En la solapa CPU, el ajuste más interesante consiste en establecer el tipo de procesador como host. Es decir, la máquina virtual usará el mismo tipo de procesador que el propio servidor.
Esta elección impedirá que podamos cambiar la máquina de nodo, dentro de un clúster, mientras que se encuentre en funcionamiento.
Para más información, puedes consultar en SomeBooks.es el artículo Mover una máquina virtual, a un nodo diferente, en un clúster Proxmox.
También hemos aprovechado para asignar dos núcleos a la máquina virtual.
En la solapa Memory definiremos la cantidad de memoria asignada a la máquina virtual. Como Microsoft recomienda un mínimo de 8GiB y la cantidad a elegir se especifica en MiB, escribimos 8192.
También he marcado la opción Advanced para asegurarme de que Ballooning Device se encuentra marcada. Esta opción nos permitirá que la máquina virtual comparta con el resto del sistema la memoria RAM que no esté usando en un momento determinado, lo que facilitará un mejor desempeño del servidor de virtualización en su conjunto.
En la solapa Network solo cambiaremos el modelo de adaptador de red virtualizado. En concreto, elegiremos VirtIO (paravirtualized).
Para terminar, el asistente para crear máquinas virtuales de Proxmox VE nos muestra un resumen de todos los aspectos que hemos ido estableciendo a lo largo de las diferentes etapas.
Al final, encontraremos la máquina virtual que acabamos de crear, en el panel izquierdo de la interfaz de Proxmox VE.
Para ver su configuración, basta con seleccionarla y, en el panel intermedio, hacer clic sobre la categoría Hardware. A la derecha aparecerá la información sobre todos sus componentes.
Añadir los controladores VirtIO para Windows
Una diferencia importante que encontraremos en Proxmox VE con respecto a la instalación de Windows 11 en una máquina física es que aquí, durante el proceso de instalación deberemos incluir los controladores VirtIO (Ya hemos hablado de estos controladores al principio, pero puedes obtener más información en su página web: https://docs.fedoraproject.org/en-US/quick-docs/creating-windows-virtual-machines-using-virtio-drivers/index.html.
Para que estos controladores estén disponibles en la nueva máquina, debemos crear un nuevo dispositivo CD/DVD virtual, asociado al archivo ISO. Solo tenemos que elegir la máquina virtual en el panel izquierdo y hacer clic sobre la entrada Hardware en el panel central (como en la imagen anterior. A continuación, desplegamos el contenido del botón Add.
Al hacerlo, aparecerá una ventana que nos permitirá elegir la imagen ISO de VirtIO que subimos al principio. Primero elegimos el tipo de dispositivo y su número. Después el almacenamiento donde lo hemos subido y, por último, el archivo con la imagen ISO.
Al cerrarse la ventana, comprobamos que la máquina virtual tiene dos unidades de CD/DVD…
Ya prácticamente estamos listos, sin embargo, puede surgir un problema: el orden de arranque. Si te fijas en la imagen anterior, el dispositivo virtual con los controladores se encuentra delante del que tiene el sistema operativo.
Para evitar problemas, ajustaremos el orden de arranque para que la imagen del sistema operativo sea el primer dispositivo que se tenga en cuenta. Esto lo conseguimos haciendo clic sobre la categoría Options en el panel central.
Ahora, solo tenemos que hacer clic sobre la línea que contiene la imagen ISO de Windows 11 y, sin soltar, arrastrarlo a la primera posición.
Con esto, estaremos listos para comenzar la instalación… Pero, como no queremos hacer un artículo demasiado largo, el resto lo dejaremos para el siguiente.
Espero que te haya resultado útil.