Instalar Windows 11 original, incluso en VirtualBox y ordenadores sin TPM
Desde el pasado 5 de octubre de 2021, tenemos entre nosotros la última versión del sistema operativo de Microsoft, que ha sido bautizada como Windows 11.
Se está hablando mucho de la incompatibilidad de esta última versión de Windows con dispositivos que no sean de última generación, y de la necesidad de que incorporen el ya famoso chip TPM 2.0.
Sin embargo, casi de manera inmediata, han aparecido en Internet soluciones para este problema. Incluso la propia Microsoft ha publicado una solución para rebajar el requisito a TPM 1.2.
Hoy, en SomeBooks.es, te vamos a explicar un método que, no solo te va a permitir instalar el sistema en un equipo sin TPM, sino que, incluso, podrás instalarlo en equipos sin SecureBoot y con una cantidad de memoria inferior a la requerida. Eso sí, puede que el rendimiento final que obtengas sea inferior a lo deseado.
Puedes consultar las especificaciones, características y requisitos del sistema de Windows 11 en el siguiente enlace: https://www.microsoft.com/es-es/windows/windows-11-specifications
De hecho, la solución que te ofrecemos hoy, te permitirá instalar Windows 11 sobre VirtualBox. Así, podrás experimentar con este nuevo sistema antes de tomar la decisión de actualizarte.
Obtener el sistema
Con el objetivo de facilitarte la obtención del sistema operativo, Microsoft permite que te descargues una imagen ISO, de forma totalmente gratuita, que será completamente funcional durante 90 días sin la necesidad de una clave de producto. Pasado este tiempo, deberás añadir una clave de producto válida o su funcionalidad se verá reducida.
También puedes actualizar tu versión actual de Windows 10 y, en este caso, se extenderá la licencia que ya tienes.
Esta imagen ISO la puedes obtener en la siguiente dirección: https://www.microsoft.com/es-es/software-download/windows11.
Todo el proceso ocupa aproximadamente media hora (aunque, como es lógico, esto dependerá de la potencia del ordenador que estés utilizando) y comienza por crear y configurar adecuadamente una nueva máquina virtual. Después, bastará con iniciar el sistema y seguir los pasos del asistente de instalación que, como veremos, tiene bastante parecido con los que te explicamos en el artículo Instalar Windows 10 sobre VirtualBox desde cero (aunque también algunas notables diferencias).
Configurar la nueva máquina virtual
El proceso de creación de la máquina virtual es idéntico al de cualquier otra. Sin embargo, debes asegurarte de tener una versión de VirtualBox que sea lo más moderna posible. Aún así, en el momento de escribir este artículo, Windows 11 aún no está soportado oficialmente.
Además, debemos asegurarnos de asignar la cantidad de memoria suficiente para que el sistema funcione de forma correcta.
En cuanto al tamaño mínimo del disco duro virtual, no debe ser inferior a 52 GB..
Instalar Windows 11 Pro
Al hacer clic en el botón Iniciar de VirtualBox, se abrirá una nueva ventana y, dentro de ella, veremos lo mismo que veríamos en un ordenador de verdad, en el que estemos instalando Windows 11.
Por supuesto, podríamos hacer lo mismo en una máquina real. Para ello, tendríamos dos opciones:
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La menos habitual en estos días, que consistiría en grabar la imagen ISO en un DVD e insertarlo en la unidad óptica inmediatamente después de poner en marcha el ordenador.
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O lo más frecuente, que será grabar el sistema operativo en una memoria USB e iniciar la instalación desde ella. En este caso, volvemos a tener dos opciones:
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Usar la herramienta que nos facilita Microsoft para esta tarea (ver https://support.microsoft.com/es-es/windows/formas-de-instalar-windows-11-e0edbbfb-cfc5-4011-868b-2ce77ac7c70e).
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O utilizar un programa alternativo, como Rufus (al que ya le dedicamos el artículo Crear dispositivos USB de arranque desde Windows 10 con Rufus).
Lo primero que veremos es el icono de las nuevas versiones de Windows. Mientras, en la trastienda, se irán cargando los archivos que necesita Windows 11 para iniciar la instalación.De momento, no aparece el típico círculo de puntos en movimiento que nos indican que hay actividad, pero no debes desesperarte, la instalación sigue avanzando.
Poco tiempo después, veremos como comienza a cargarse la interfaz del asistente de instalación: aparecerá la primera pantalla donde tenemos que introducir información.
Se trata de la configuración del idioma, aunque en realidad se establecen tres parámetros: El propio idioma, el formato de hora, fecha y moneda, y el tipo de teclado que vamos a utilizar.
Con esta sencilla operación, el asistente está listo para comenzar la instalación del sistema operativo.
Aunque por el momento nos centraremos en realizar una instalación básica, es interesante que observemos también el enlace Reparar el equipo, que puedes ver en la parte inferior izquierda de la siguiente ventana. Podremos recurrir a él cuando Windows 11 presente algún comportamiento erróneo.
El sistema comienza a cargar archivos para la instalación.
Poco después, el asistente nos solicita la clave de producto, Si no la tienes en estos momentos, no debes preocuparte. Más adelante podrás adquirirla y añadirla a tu sistema operativo.
Después llega el momento de elegir la versión de Windows 11 que vamos a instalar. Tus opciones pueden ser diferentes de las mías, según el contenido de la imagen ISO que hayas descargado. En cualquier caso, debes tener en cuenta que la versión elegida debe coincidir con la clave de producto que adquieras más adelante.
En este momento es cuando, si tu hardware no cumple con los requisitos de Microsoft, aparecerá un aviso como el de la imagen siguiente.
La forma de solucionarlo comienza por usar la combinación de teclas Mayúsculas + F10.
Desde ella, abriremos el Editor del Registro, algo tan sencillo como ejecutar la siguiente orden:
regedit.exe
Al instante, tendremos en la pantalla el Editor de Registro. En él, desplegaremos diferentes categorías del árbol que encontramos en el panel izquierdo. Primero desplegamos la clave HKEY_LOCAL_MACHINE. En su interior la clave SYSTEM y, finalmente, Setup.
A continuación, crearemos una nueva clave, dentro de Setup, llamada LabConfig. Para lograrlo, comenzamos por hacer clic, con el botón derecho del ratón, sobre Setup.
Aparecerá un elemento nuevo con el título Clave nueva #1. Como el nombre aparece seleccionado, basta escribir LabConfig para cambiarlo.
A continuación, crearemos tres nuevas entradas para esa clave. Para lograrlo, comenzamos haciendo clic, con el botón derecho del ratón, sobre cualquier espacio libre del panel derecho de la ventana.
Aparecerá un nuevo elemento con el nombre Nuevo valor #1. Como el nombre aparece seleccionado, basta comenzar a escribir para cambiarlo.
En concreto, escribiremos BypassTPMCheck.
De forma predeterminada, el valor almacenado por la entrada será cero. Para cambiarlo, hacemos doble clic sobre el nombre o, si aún lo tenemos seleccionado, volvemos a pulsar la tecla Intro.
Al hacerlo, aparecerá una nueva ventana titulada Editar valor de DWORD (32 bits). En ella, escribiremos el valor 1 en el campo Información del valor.
A continuación, repetimos los mismos pasos para crear dos nuevos valores: BypassSecureBootCheck y BypassRAMCheck. Ambos deben tener, también, el valor 1.
Después de esto, ya podemos cerrar la ventana del Editor del Registro y la de la Línea de comandos.
Esto nos deja en la misma ventana que teníamos al principio de este apartado.
De este modo, habremos retrocedido un paso en el proceso de instalación. De nuevo, nos aseguramos de elegir la versión correcta del sistema operativo.
Si todo va bien, esta vez pasaremos el control de compatibilidad del asistente de instalación.
Así llegaremos a la ventana Términos de licencia y avisos aplicables. Es conveniente leer atentamente las condiciones. Si estamos de acuerdo con los términos de la licencia, elegimos Acepto los términos de licencia del software de Microsoft. Si una organización tiene licencia, estoy autorizado para vincular a la organización.
En el siguiente paso, debemos indicar el tipo de instalación que realizaremos, aunque, si hemos iniciado la instalación desde el DVD o la memoria USB de instalación (como es el caso), sólo podremos elegir la opción Personalizada: instalar solo Windows (avanzado), ya que, si lo que pretendemos es actualizar una instalación existente, deberíamos iniciar la instalación insertando el soporte de instalación con el sistema antiguo en funcionamiento. De este modo, se conservarán todos los archivos, los programas y la configuración que ya teníamos, ahorrándonos una buena cantidad de trabajo.
En cualquier caso, si vamos a actualizar, deberemos realizar una copia de seguridad de todos los datos importantes antes de iniciar el proceso, ya que, si hubiese algún problema durante la actualización, podríamos perder todos los datos anteriores.
Para nuestro ejemplo, hacemos clic en la segunda opción: Personalizada: instalar solo Windows (avanzado)
A continuación, podemos optar por asignar todo el espacio del disco duro para la instalación de Windows 11. Para ello, sólo habría que hacer clic sobre el botón Siguiente. No obstante, también tenemos diferentes opciones para configurar, a nuestro gusto, el disco (o los discos) que tengamos en el ordenador.
A partir de aquí, el proceso se vuelve un tanto aburrido, ya que consiste en copiar una serie de archivos desde el soporte de instalación al disco duro del equipo, descomprimirlos e instalar diferentes componentes de forma automatizada. Además, durante el proceso, el sistema se reiniciará varias veces.
Cuando se completen los pasos de la ventana anterior, se producirá el primer reinicio.
Poco después, volverá a aparecer la pantalla en negro con el nuevo logotipo de Windows. Observa que ahora sí aparece el círculo de puntos en movimiento que nos indican que hay actividad.
Después, aparece un mensaje que nos informa de que se están preparando los diferentes dispositivos.
Y por último, se prepara el sistema para su primer arranque.
Poco después, el asistente de instalación nos muestra, por primera vez, su nuevo aspecto. Comienza verificando nuestra ubicación. Si no es correcta elegimos el valor adecuado.
A continuación, el asistente se asegura de que la configuración del teclado es correcta. Si no lo es, elegimos el valor adecuado.
Después, el asistente nos pregunta si queremos añadir una nueva distribución de teclado. Esto nos permite disponer de varios dispositivos, con distribuciones diferentes.
Llegado este momento, el asistente de instalación comprueba si puede obtener de Internet posibles actualizaciones del sistema.
Después de esto, el asistente nos pide un nombre para el equipo. Debes elegir algo descriptivo, porque será el nombre con el que se conocerá el dispositivo en la red.
Puedes utilizar hasta 15 caracteres, pero no pueden ser únicamente números, ni contener espacios, ni ninguno de los caracteres que aparecen en la pantalla.
A continuación, se producirá un nuevo reinicio, para establecer los valores introducidos hasta el momento.
Una vez que nos encontremos de vuelta en el asistente de instalación, tendremos la oportunidad de elegir el tipo de cuenta con el que iniciaremos el equipo:
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Configurar para uso personal: Se utiliza una cuenta Microsoft para autenticarnos en su nube. Dicha cuenta debe existir previamente y podrá necesitar nuestro número de teléfono u otros datos. Podremos usarla en diferentes dispositivos y sincronizar tanto su configuración como sus archivos.
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Configurar para uso profesional o educativo: podremos crear una cuenta local o unir el equipo al dominio de una empresa u otros recursos en red.
En nuestro caso, elegiremos esta segunda opción.
Como es lógico, los pasos siguientes estarán orientados a completar la configuración que hemos elegido en el paso anterior. Si tú has elegido la primera opción, estos pueden variar un poco.
no obstante, en el siguiente paso, Microsoft vuelve a intentarlo, ofreciéndonos la posibilidad de iniciar sesión con una cuenta Microsoft. También tenemos la oportunidad de iniciar sesión con una llave de seguridad.
A continuación, el asistente nos vuelve a dar la oportunidad de iniciar sesión con una llave de seguridad o unirnos a un dominio.
Al hacer clic sobre la opción, comprobamos que, en realidad, también se refiere a la creación de una cuenta local… Pero el asistente vuelve a insistirnos en que utilicemos una cuenta en línea.
Si creamos una cuenta local, actuará en el sistema con privilegios administrativos.
Lo primero será elegir un nombre de usuario (puedes usar el que prefieras).
Después, deberemos escribir una contraseña. Se solicita por duplicado para asegurarse de que no cometemos errores tipográficos. Piensa que, si después no somos capaces de volver a escribirla, no podremos iniciar sesión en el equipo y nos encontraremos en un aprieto.
La escribimos la primera vez.
La escribimos una segunda vez.
Después, completaremos tres preguntas de seguridad. Se utilizan cuando has olvidado la contraseña. Debes elegir preguntas (y sobre todo respuestas) que solo tengan sentido para ti. Si no, lo estarás poniendo realmente fácil a quien intente usar tu ordenador sin permiso.
La siguiente etapa nos pedirá permiso para que Microsoft y el resto de aplicaciones instaladas utilicen nuestra ubicación. Si damos nuestro permiso, podremos obtener servicios basados en nuestra ubicación (como las previsiones meteorológicas).
A continuación, el asistente nos ofrece la oportunidad de localizar nuestro dispositivo en caso de perderlo. Para ello, de nuevo, autorizaremos el acceso a los datos de nuestra ubicación. Además, estaremos obligados a iniciar sesión con una cuenta Microsoft.
En la siguiente etapa, el asistente nos pregunta si queremos Enviar datos de diagnóstico a Microsoft. Podemos elegir dos opciones:
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Incluir opicional: que enviará información a Microsoft sobre los sitios web que visitamos, aplicaciones y características que usamos, el estado y uso que hacemos del dispositivo, etc.
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Solo obligatorios: Que solo envía información sobre el propio dispositivo, su configuración y funcionalidad.
Después, podremos decidir si enviar datos sobre las entradas manuscritas. En caso afirmativo, facilitaremos a Microsoft la tarea de mejorar las capacidades de reconocimiento del lenguaje.
A continuación, el asistente nos pregunta si queremos que Microsoft utilice nuestros datos de diagnóstico para ofrecernos sugerencias, anuncios o recomendaciones personalizados.
Y como la esperanza es lo último que se pierde, en la última etapa del asistente, nos vuelve a preguntar si queremos que las aplicaciones de otros proveedores utilicen nuestra información para proporcionarnos anuncios personalizados.
Por fin, el asistente habrá terminado de pedirnos información sobre la configuración. Ahora comprueba si existen actualizaciones pendientes de instalar.
… Y pronto veremos una serie de mensajes en la pantalla, que nos recuerdan al final de la instalación de Windows 10.
Poco después, estaremos, por primera vez, ante el nuevo escritorio de Windows.
Espero que el artículo de hoy te haya parecido interesante y que te ayude a valorar el nuevo vástago de la familia Microsoft.