Capítulo 3: Instalación de sistemas operativos libres y propietarios
Planificación de la instalación. Particiones, sistema de archivos.
Cuando pensamos en instalar un sistema operativo, solemos pensar en una situación ideal: un ordenador nuevo, un sistema operativo en CD, DVD o cualquier otro soporte externo, un disco duro que vamos a ocupar en su totalidad con la nueva instalación y un asistente de instalación en el que pulsaremos el botón Siguiente en cada una de sus etapas.
Actuaremos del mismo modo cuando el ordenador ya tenga contenido, pero no nos interese preservarlo.
Sin embargo, aunque no vamos a entrar en demasiados detalles, hay muchas más posibilidades, que vamos a mencionar a continuación:
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Una de las situaciones más frecuentes es que el ordenador donde realizaremos la instalación disponga ya de un sistema operativo anterior. En ese caso, podremos optar por dos vías:
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Instalar una nueva versión del sistema operativo que ya tenemos, preservando los datos y los programas instalados. En este caso, estaremos realizando una actualización del sistema.
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Sustituir completamente el sistema existente por otro, que puede ser del mismo fabricante o no, recuperando los datos desde la copia de seguridad una vez concluida la instalación. Este proceso recibe el nombre de migración.
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Cuando trabajamos con ordenadores que forman parte de una red local, en lugar de utilizar un dispositivo externo para hacer la instalación, el origen puede ser una carpeta, una imagen ISO o una unidad de almacenamiento compartido en red. Una variante de esto es el protocolo PXE (del inglés, Preboot eXecution Environment).
Si un ordenador tiene habilitada esta función, durante los primeros pasos del arranque, buscará un ordenador desde el que obtener el software que le permita arrancar (llamado NBP, de network bootstrap program). De esta forma, un ordenador puede arrancar sin recurrir a un dispositivo de almacenamiento local, lo que le podría permitir varias cosas:
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Arrancar un sistema operativo desde la red local.
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Iniciar un asistente de instalación.
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Ejecutar un programa que permita recuperar una copia de la instalación local.
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- Un problema al que no suelen enfrentarse los usuarios domésticos, pero sí
los administradores, es la instalación de un mismo sistema operativo en multitud de ordenadores.
En estos casos, para evitar la necesidad de permanecer delante del ordenador mientras se completa la instalación, es muy útil recurrir a un archivo de respuesta que contenga toda la información que necesita el sistema operativo para instalarse. Esta técnica se denomina instalación desatendida.
Antes de realizar cualquier cambio importante en un ordenador, debes asegurarte de tener una copia, preferiblemente en un dispositivo extraíble, de todos los datos importantes que contiene.
Indistintamente de que realicemos una instalación desde cero o estemos actualizando una instalación que ya se encuentra en funcionamiento, debemos planificar tanto los objetivos como las necesidades que se derivan de ellos, dedicando especial atención a:
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Los recursos que deben estar disponibles (Dispositivos de almacenamiento externo, impresoras, conexiones de red, …)
- Relación de elementos que reutilizaremos de la instalación anterior, si existen.
- Detalle de elementos que deben adquirirse, incluida su valoración.
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Número de ordenadores implicados y la relación entre ellos.
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Estudio de la compatibilidad entre los diferentes componentes que participan en la instalación, tanto el hardware como el software, prestando especial atención a la disponibilidad de controladores de dispositivo para todos los elementos implicados y a la compatibilidad entre las diferentes aplicaciones, y de éstas con el hardware que emplearemos.
Recuerda que el procedimiento será más viable cuanto más contenga sus gastos sin menoscabar los resultados. En realidad, ese es el principal objetivo de todo buen proyecto.
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La disponibilidad de licencias de aquellos componentes que las necesiten.
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Lugar en el que se ubicará cada elemento de la instalación.
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Configuración de los distintos dispositivos.
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Las funciones que desempeñará cada elemento.
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Por último, deberá realizarse una estimación de futuro, para intentar vislumbrar si el sistema deberá evolucionar en tamaño o en funcionalidad a corto o medio plazo. De esta forma, trataremos de evitar, en la medida de lo posible volver a modificar a corto o medio plazo la instalación que estamos realizando ahora.
Algunos de los datos de esta planificación se incluirán también en la documentación sobre la instalación que recogeremos más adelante.
Es importante dedicar a la fase de elaboración del proyecto todo el tiempo necesario, para no precipitarnos en las decisiones.
A continuación, llevaremos a cabo la tarea siguiendo el proyecto anterior, prestando especial atención a la organización y documentando cada aspecto de la tarea realizada.
Al terminar, realizaremos una comprobación detallada de la instalación asegurándonos que cada elemento cumple sus funciones de forma satisfactoria y documentaremos los resultados obtenidos.
Particiones, sistema de archivos
Una de las primeras cosas que debemos tener claro antes de instalar un nuevo sistema operativo es dónde se va a ubicar dentro de nuestro equipo. En este sentido, tenemos dos opciones:
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Que el nuevo sistema operativo vaya a convivir con otro, de forma que durante el arranque se pregunte con cuál de ellos se desea iniciar sesión.
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Que el nuevo sistema operativo vaya a ser el único sistema instalado en el ordenador.
Una vez tomada la decisión anterior, lo siguiente será establecer el número y tamaño de las particiones a utilizar y el sistema de archivos con el que estarán formateadas.
Dicho a groso modo, las particiones son bloques en los que se divide una unidad física de almacenamiento, ya sea un disco duro, una memoria flash o un disco óptico. Cada partición será interpretada como un volumen diferente y podrá formatearse con un sistema de archivos distinto.
El sistema de archivos establece el modo en el que se organiza la información dentro de una partición. Existe un gran número de sistemas de archivos distintos. entre ellos se encuentran los siguientes:
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Sistemas de archivos Windows: FAT, FAT32 y NTFS.
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Sistemas de archivos Linux: ext2, ext3, ext4, ReiserFS, etc.
En las versiones actuales de Ubuntu, el sistema de archivos que se utiliza de forma mayoritaria es ext4, mientras que en los sistemas Windows suele emplearse NTFS. En cualquier caso, hablaremos con más detalle de particiones y sistemas de archivos en un capítulo posterior.