Capítulo 9: Administración de los sistemas operativos
9.10. Gestión de impresoras
En la tarea de impresión suelen verse implicados diferentes elementos que colaboran entre sí para llevarla a buen término. Estos elementos suelen ser:
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La propia impresora, es decir, el dispositivo que realiza el trabajo de imprimir. A veces, pueden instalarse impresoras virtuales, que convierten el trabajo de impresión en un archivo PDF. En estos casos, el programa en el que tienen su origen los datos no distingue si la impresora es física o virtual.
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La cola de impresión, que almacena temporalmente el documento a imprimir hasta que la impresora puede atenderlo. Una impresora puede tener varias colas de impresión y, al contrario, una cola de impresión puede dirigir los trabajos a varias impresoras.
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El controlador de la impresora, que consiste en un programa que actúa de intermediario entre el sistema operativo y la impresora, traduciendo los datos que recibe en un formato específico de la impresora para la que trabaja. Su tarea es aislar al sistema de las características específicas de la impresora.
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El procesador de impresión, que colabora con la cola de impresión enviando los trabajos a la impresora a través del controlador.
Además, en algunos casos, la impresora no está conectada físicamente al ordenador que la utiliza, sino a otro ordenador, accesible a través de la red, que la comparte. En estos casos, el ordenador que comparte su impresora suele referirse como servidor de impresión.
Otras veces, es la propia impresora la que se conecta directamente a la red, quedando accesible a todos aquellos ordenadores que compartan esa misma red. En estos casos, hablaremos de una impresora de red.
Instalar una impresora
La instalación de una nueva impresora suele ser una tarea sencilla, aunque lo mejor es comenzar por leer la documentación que viene con ella.
Hoy en día, existen diferentes formas de establecer una conexión entre la impresora y el ordenador (u otro dispositivo desde el que necesitemos imprimir, como un teléfono o una tableta): Las más comunes son estas:
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El puerto de impresora (también llamado puerto paralelo con Centronics), aunque hoy en día está casi en desuso.
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Un puerto USB.
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Si somos miembros de un grupo de trabajo o un dominio, podremos acceder a una impresora compartida por otro equipo de la red.
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A través de la propia red, cuando la impresora tiene capacidad para conectarse por esta vía. En este caso, pueden utilizarse diferentes métodos:
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Cableada, a través de un puerto rj-45
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Inalámbrica, a través de la tecnología WI-FI Direct, mediante Bluetooth o a través del estándar NFC (Near Field Communications), más orientado a dispositivos móviles.
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En cualquier caso, aunque el proceso suele se muy sencillo, aquí nos centraremos en el caso más común, que consiste en una impresora conectada al puerto usb del ordenador.
Otra alternativa que resulta muy útil es crear una impresora virtual que, en lugar de producir documentos en papel, los convierte en documentos en formato PDF. Este tipo de herramientas facilitan la creación de documentos en este formato desde cualquier aplicación, aunque ésta no sea, por sí misma, capaz de exportarlos.
Puedes ver cómo hemos resuelto ambos aspectos para Windows en los siguientes artículos de SomeBooks.es:
Actividad 13: Configurar una impresora virtual en Windows
Siguiendo las indicaciones de los artículos anteriores, crea una nueva impresora virtual en tu máquina virtual con Windows y comprueba que funciona correctamente.
A continuación, trata de conseguir los siguientes objetivos:
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Que la impresora virtual sea el modo de impresión predeterminado de tu sistema.
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Que, también de forma predeterminada, al imprimir un documento se obtengan dos páginas en cada hoja.
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Por último, siempre que no se especifique lo contrario, el resultado de la impresión se obtendrá en blanco y negro.
Y si prefieres realizar estas mismas tareas sobre Ubuntu, puedes recurrir a estos artículos:
Ajustar el comportamiento de la impresión.
Existen dos aspectos que condicionan los resultados de la impresión:
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Las propiedades de la impresora, donde se establece el modo en el que se comunica el sistema operativo con la impresora, bajo qué condiciones se encuentra disponible o si se compartirá con otros equipos de la red, entre otros aspectos.
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Las preferencias de impresión, donde se indica cómo debe imprimirse un documento, incluyendo aspectos como la calidad del papel, su tamaño, la calidad de impresión, la escala, etc.
Ambos se pueden configurar en Windows desde la ventana Dispositivos e impresoras, eligiendo la opción Propiedades de impresora del menú de contexto de la impresora sobre la que queramos actuar, tal y como te explicábamos en el siguiente artículo:
Por su parte, en Ubuntu podemos recurrir al complemento Impresoras y elegir la opción Propiedades del menú de contexto de la impresora que vayamos a configurar, como te mostrábamos en este artículo:
Administrar la cola de impresión.
Como decíamos en el capítulo 5, cuando usamos dispositivos como las impresoras, que son muy lentos comparados con el procesador, y que además pueden recibir grandes volúmenes de datos, suele utilizarse una memoria intermedia situada en un almacenamiento externo (típicamente, un disco) de forma que los datos se almacenan según se reciben y luego se van enviando, poco a poco, al dispositivo en cuestión.
Seguro que recuerdas que, esta técnica, recibe el nombre de spooling y la memoria intermedia utilizada recibe el nombre de spool (del inglés, Simultaneous Peripheral Operations On-Line).
Antes de guardar un documento en la cola de impresión, un programa llamado spooler de impresión, lo convierte a un formato comprensible por la impresora. El resultado es un conjunto de códigos que le dirán a la impresora, exactamente, qué debe hacer. Después de la conversión, el documento se habrá convertido en un trabajo de impresión, y esperará su turno hasta que le toque imprimirse.
Es frecuente que un trabajo de impresión no se envíe de una sola vez a la impresora. En su lugar, suelen enviarse paquetes de códigos de impresión que representan sólo a una parte del documento. El motivo es que el buffer interno de una impresora no suele ser muy grande, y puede que el trabajo de impresión no quepa completo.
Por otra parte, puede que un trabajo de impresión no haya acabado de imprimirse antes de que llegue el siguiente. Así, los diferentes trabajos se irán colocando en cola, esperando su turno. Todas estas tareas se realizan en segundo plano, sin interferir con la actividad normal del sistema.
En los sistemas operativos actuales, el usuario puede consultar el estado de la cola de impresión, así como pausar o cancelar trabajos, e incluso cambiar su orden. De hecho, ya hemos publicado un artículo que muestra cómo administrar la cola de impresión en Windows:
Y otro para administrar la cola de impresión en Ubuntu: