Instalar Ubuntu 22.04 LTS (Jammy Jellyfish) en un disco cifrado

Ya hemos dedicado un artículo al modo de Instalar Ubuntu 22.04 LTS (Jammy Jellyfish) desde cero. En él, te contábamos sus principales novedades, te hablábamos de sus requisitos mínimos, te mostrábamos cómo descargar su imagen ISO e, incluso, te hacíamos referencia a varios artículos donde te explicamos cómo convertir una imagen ISO en un dispositivo de arranque.

Si tienes alguna duda sobre cualquiera de esos aspectos, te recomiendo que eches un vistazo al enlace anterior.

Hoy, vamos a centrarnos en un aspecto de la instalación, que solo mencionábamos de pasada en ese artículo. Me refiero a la posibilidad que nos ofrece Ubuntu de cifrar (o, si lo prefieres, encriptar) el disco duro completo en el que se va a instalar.

Esta característica puede ser poco interesante para la mayoría de las personas pero, si en tu actividad cotidiana manejas información que debe quedar a salvo de miradas ajenas, deberías seguir leyendo.

Igual piensas que, habiendo puesto contraseña a tu cuenta, tu información ya está a salvo. Sin embargo, bastará con que alguien arranque tu ordenador desde una memoria USB, que contenga una distribución de GNU/Linux con capacidad de ejecutarse en modo Live (como el propio Ubuntu), para que todos tus datos queden accesibles para esa persona.

Esto es particularmente delicado cuando se trata de un ordenador portátil. Si lo pierdes (o te lo roban), no solo has perdido el valor del propio portátil y todos sus datos. Además, la persona que tenga ahora tu ordenador, también tendrá acceso a toda esa información.

Si tienes el disco cifrado, la información estará accesible solo para quien conozca la contraseña (se supone que solo eres tú). Alguien podrá incluso formatearlo y borrar toda la información que contenga, pero no podrá acceder a ella.

Bueno, si ya te he convencido de la importancia de esta tarea, es hora de comenzar…

Primeros pasos de la instalación

A pesar de que, en el artículo que mencionábamos al principio, ya explicábamos detalladamente todo el proceso de instalación, hoy volveremos a explicarlo desde el principio. Así evito que estés saltando de un artículo a otro y que puedas perderte en el proceso.

Como es lógico, lo primero será comprobar la configuración BIOS/UEFI de tu ordenador. En ella, la secuencia de arranque debe contener, en primer lugar, el dispositivo que usaremos para instalar. Por ejemplo, la memoria USB donde has volcado la imagen ISO del sistema operativo.

Si tu ordenador es relativamente moderno, probablemente también tendrás la opción de pulsar una tecla en los primeros instantes del arranque para que te ofrezca un menú con todas las unidades de almacenamiento desde las que puedes arrancar el sistema. En ese caso, no habría que configurar la BIOS/UEFI, sólo elegir en este menú la unidad donde has grabado la ISO.

Si el arranque se está produciendo desde el dispositivo correcto, obtendrás una pantalla como en la imagen siguiente. En ella disponemos de varias opciones:

• Try or Install Ubuntu

• Ubuntu (safe graphics)

• OEM install (for manufacturers)

• Test memory.

Como es habitual, podremos elegir la opción que prefiramos usando las teclas de cursor y, una vez activa, pulsar la tecla Intro.

Para nuestra tarea de hoy, la opción elegida será la primera aunque, si experimentas algún problema en la compatibilidad con tu tarjeta gráfica, puedes tratar de usar la segunda opción.

La tercera está orientada únicamente a fabricantes de ordenadores, por lo que en este artículo no le dedicaremos más atención.

Finalmente, la última opción nos permitirá comprobar la integridad de la memoria RAM de nuestro ordenador, aunque esto es motivo de un artículo diferente.

Por lo tanto, aquí nos limitaremos a pulsar la tecla Intro.

Al hacerlo, obtendremos una pantalla como la siguiente:

Durante este tiempo, el asistente de instalación realiza una serie de comprobaciones sobre el equipo. También se asegura de que el soporte desde el que instalamos, se ha creado correctamente.

Si todo va bien, al final te encontrarás con una pantalla como la siguiente, donde podrás elegir tu idioma a la izquierda. Además, a la derecha encontrarás dos opciones: Probar Ubuntu e Instalar Ubuntu.

Si es la primera vez usas Ubuntu, la primera opción te permite arrancar el sistema operativo desde la imagen de instalación. De esta forma puedes comenzar a trabajar en Ubuntu sin instalarlo y hacerte una idea de sus características, pero sin alterar tu disco duro. A este proceso se le suele llamar arrancar en modo Live. Además, desde su escritorio también podrás iniciar la instalación, con la ventaja de que, mientras la realizas, podrás navegar por Internet, escuchar música y muchas otras cosas.

Una vez que el asistente de instalación conoce nuestro idioma, lo primero que nos sugiere es establecer la distribución de teclado. Para ello, nos ofrece una configuración predeterminada (que suele ser correcta), aunque nosotros podemos cambiarla según nuestras necesidades.

En el siguiente paso, debemos indicar si queremos descargar e instalar las últimas actualizaciones mientras instalamos (algo muy recomendable). Así, al terminar, tendremos la última versión de todos los paquetes que componen la instalación.

Incluso podemos indicar si debe instalarse software de terceros que nos permita reproducir Flash, MP3 y otros archivos. Al activarlo, nuestra instalación dejará de ser completamente libre, pero tendremos menos problemas al reproducir contenidos multimedia.

Si estamos usando un portátil, también comprobará si estamos conectados a la red eléctrica.

Establecer la estructura del disco

Este es el momento en el que la instalación se diferencia de la explicada en el artículo mencionado al principio.

Existe una parte común en la que indicaremos cómo se almacena la instalación del sistema en nuestro disco duro. En nuestro caso se trata de un disco completamente nuevo sin un sistema operativo previo, pero también podríamos sustituir por completo al sistema preexistente y el proceso sería casi idéntico.

Dejaremos para otro momento el modo de instalar Ubuntu en un disco en el que ya se encuentre otro sistema operativo de modo que comparta el espacio con él.

Si ya hubiese un sistema operativo previo, deberíamos elegir algo como Eliminar Ubuntu 22.04 LTS y reinstalar (aunque, lógicamente, el mensaje cambiará según el sistema operativo preexistente). Sin embargo, como no tenemos un sistema previo, el mensaje será Borrar disco e instalar Ubuntu.

Si lo hacemos, se eliminará cualquier contenido alterior del disco y se instalará Ubuntu ocupando todo el disco. Para ello, solo se creará una partición raíz (/), donde se guardan todos los archivos y directorios, tanto del sistema operativo como de los usuarios que tengan cuenta en nuestro equipo.

En el artículo de hoy, además de elegir Borrar disco e instalar Ubuntu, también haremos clic sobre el botón Funcionalidades avanzadas.

 Al hacer clic, aparece una nueva ventana con varias alternativas:

• Si elegimos Ninguna, todo seguirá como antes y no usaremos Funcionalidades avanzadas.

• Si elegimos Utilizar LVM en la instalación de Ubuntu, al final de la instalación obtendremos un sistema con la definición de volúmenes lógicos ya implementada. Esto nos ofrecerá una gran flexibilidad a la hora de gestionar el almacenamiento de nuestros datos.

  Te recomiendo echar un vistazo al artículo Qué es LVM, para obtener más información.

• Por último, la opción Borrar disco y utilizar ZFS nos ofrece la posibilidad de usar el sistema de archivos ZFS, que está adquiriendo una gran relevancia en los últimos tiempos.

Para este ejemplo, usaremos la segunda opción, que además nos permite marcar la casilla Cifrar la instalación de Ubuntu por seguridad, que es lo que vamos buscando.

Esto nos devolverá a la ventana anterior, aunque ahora, junto al botón, aparece el mensaje LVM y cifrado seleccionado.

Al hacerlo, la ventana cambia para pedirnos la información sobre el cifrado del volumen.

Nos informa de que, una vez instalado el sistema, necesitaremos escribir la contraseña cada vez que lo iniciemos. También nos avisa de que no se cifrarán los archivos externos a Ubuntu (por ejemplo, una memoria USB que conectemos).

Como siempre, deberemos escribir la contraseña por duplicado, para asegurarnos de no cometer errores tipográficos. Además, el sistema nos avisa de la fiabilidad del valor introducido.

También podemos marcar la casilla Activar la clave de recuperación. Al hacerlo, se genera una clave de recuperación, que podemos usar en caso de emergencia.

En relación a esto, es importante que te fijes en un detalle: La ubicación predeterminada para guardar esta clave es /home/ubuntu/recovery.key. Sin embargo, no debes olvidar que estás usando un sistema temporal que ejecuta el asistente de instalación. Cuando reinicies el ordenador, perderás toda la información que almacene, incluida la clave de recuperación. Por este motivo, es muy importante que la almacenes en un dispositivo externo.

Sería el momento perfecto para insertar una memoria USB en el ordenador, pulsar el botón que hay a la derecha de Ubicación y elegir una ruta en dicha memoria. Después, deberás guardarla en un lugar seguro.

Por último, puedes marcar la casilla Sobreescribir el espacio vacío del disco, para asegurarte de eliminar cualquier información anterior.

Antes de proceder con los cambios, el sistema nos muestra una ventana informativa donde se detalla lo que va a hacer y nos pide autorización para realizarlo.

El motivo es que, en realidad, aún no hemos realizado ningún cambio físico en el disco. Sólo hemos diseñado los cambios que se aplicarán. Eso significa que si ahora hacemos clic en Volver, podremos incluso anular la instalación y no le habrá sucedido nada a nuestro disco duro.

Configurar las características locales

Desde hace ya varias ediciones, el proceso de instalación de Ubuntu incorpora una característica curiosa: una vez terminado el trabajo de particionado y formateado de la unidad, comienza automáticamente a copiar archivos y a instalar el sistema mientras que nosotros vamos facilitando los datos de configuración. De esta forma el asistente de instalación nos ahorra algo de tiempo en el proceso.

En cualquier caso, la siguiente pantalla que vemos trata de configurar la zona horaria, para lo que nos pide que indiquemos dónde nos encontramos (aunque el valor predeterminado que aparece suele ser bastante preciso).

Para modificar dicho valor predeterminado, bastaría con hacer clic sobre la zona del mapa adecuada. Así, podemos instalar un sistema en España y utilizarlo después en cualquier otro lugar del planeta. Si lo prefieres, también puedes escribir el nombre de tu ciudad en el cuadro de texto.

A continuación, tendremos que definir los datos de la cuenta de usuario predeterminada y la información que permitirá identificar al equipo en la red.

• Su nombre: Será tu nombre real (puedes usar letras mayúsculas, minúsculas, espacios en blanco, etc.).

• Nombre de su equipo: Es el nombre del ordenador. Sobre todo es útil para identificarlo desde otros equipos de la misma red local.

• Elija un nombre de usuario: Este es el nombre de la cuenta predeterminada. Debe comenzar por una letra minúscula y el resto de los caracteres podrán ser minúsculas, números y los caracteres guión bajo (_), punto (.) y coma (,) en cualquier orden.

• Elija una contraseña: Será la contraseña de la cuenta anterior. Para formarla, Ubuntu recomienda que usemos un mínimo de 8 caracteres, que pueden ser letras (mayúsculas y minúsculas) números y signos de puntuación. El asistente nos informa de la robustez de la contraseña que hayamos escrito.

  No debes confundir esta contraseña con la clave de seguridad que escribimos antes

  La contraseña permite el acceso a un usuario. Si el sistema tiene varios usuarios, cada cual tendrá la suya.

  La clave de seguridad protege el disco completo. Si el sistema tiene varios usuarios, la clave de seguridad debe ser conocida por cualquiera que deba poder iniciar el equipo.

• Confirme su contraseña: Repetiremos la contraseña anterior, de esta forma, el asistente se asegura de que no hemos cometido un error tipográfico al escribirla la primera vez (algo que podría impedirnos iniciar sesión al completar la instalación). No podremos continuar mientras ambas versiones no coincidan.

Más abajo, podremos indicar si la sesión debe iniciarse automáticamente (algo muy útil cuando no tenemos restricciones de seguridad) o se debe pedir siempre la contraseña.

Final de la instalación

Con lo anterior habrá terminado nuestra labor. En la pantalla aparecerá una barra de progreso que nos informa primero del avance de la copia de archivos (si aún no hubiese concluido), después se produce la descarga de los paquetes que resulten necesarios y, por último, se realizan los ajustes de post-instalación que sea preciso aplicar.

Cuando termine la instalación, aparecerá un mensaje de aviso. Ya sólo tendremos que reiniciar el equipo para comenzar a disfrutar de nuestro flamante Ubuntu 22.04 LTS (Jammy Jellyfish).

Al apagar, el sistema nos pide que retiremos el soporte desde el que hemos instalado (el DVD o la memoria USB) y pulsemos la tecla Intro.

El primer inicio

Cuando comience el arranque, observamos la primera diferencia (de momento la única) con respecto a una instalación normal de Ubuntu: El gestor de arranque nos pide la clave de seguridad.

En este momento, la carga del sistema operativo ni siquiera habrá comenzado y los datos siguen perfectamente cifrados en nuestro disco

De hecho, la única forma de continuar con el proceso es escribir la clave de seguridad.

A partir de aquí, el inicio se producirá de la forma acostumbrada y, poco después, estaremos listos para disfrutar de este fantástico sistema operativo…

Y hasta aquí el contenido de este artículo. Espero que te haya resultado interesante y que te animes a probarlo.