Configurar un volumen RAID durante la instalación de Ubuntu Server 18.04 LTS
En SomeBooks.es, ya hemos dedicado un artículo a Instalar Ubuntu Server 18.04 LTS (Bionic Beaver) desde cero, pero en aquél caso, utilizábamos una configuración de disco estándar. Sin embargo, cuando se trata de instalar un equipo que actúe como servidor en una red, es frecuente que se utilicen volúmenes RAID que aumenten la fiabilidad de la instalación.
Se trata de una tarea que podríamos hacer a posteriori, añadiendo el volumen una vez que hubiésemos completado la instalación. No obstante, si ya tenemos los discos a nuestra disposición en el momento de instalar, Ubuntu nos facilita mucho la tarea… Y eso es lo que vamos a mostrarte en el artículo de hoy.
Como puedes suponer, la mayor parte del trabajo es idéntico al que realizábamos en el artículo mencionado arriba. De hecho, únicamente existen diferencias cuando definimos las características del almacenamiento. Sin embargo, para evitar que alguien pueda perderse en el proceso, repetiremos la instalación completa. Así, de paso, podremos incluir un par de matices que han variado recientemente en el proceso de instalación.
Planteamiento Inicial
Aunque el proceso de instalación de Ubuntu nos ofrece la posibilidad de crear diferentes niveles RAID (0, 1, 5, 6 y 10), nosotros en el artículo de hoy nos decantaremos por RAID-1. Esto significa que usaremos dos discos idénticos que actúan uno como espejo del otro.
Así, aunque falle uno de los discos, nuestros datos seguirán estando accesibles.
Por otro lado, como la configuración RAID almacena metadatos al principio del volumen, podemos tener problemas para que el equipo se inicie desde ahí. Para resolverlo, podemos usar un gestor de arranque compatible con esta configuración, o utilizar un disco específico para almacenar el sistema.
En nuestro caso, aplicaremos esta última configuración, por lo que necesitaremos un tercer disco. La ventaja es que, si falla uno de los discos del array, el sistema seguirá arrancando y podremos realizar los ajustes necesarios para acceder a los datos en modo reducido o para sustituir el disco dañado.
Antes de instalar
Como puedes suponer, antes de instalar el sistema operativo en nuestro equipo, debemos comprobar que éste cumple los requisitos necesarios. En este sentido, Canonical hace las siguientes recomendaciones mínimas:
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5 GB de espacio libre en disco.
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1 GB de RAM.
- Procesador a 1 GHz o superior.
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Un dispositivo DVD o un puerto USB para el soporte de instalación.
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Asegurarse de tener una copia de seguridad reciente de los datos importantes.
Además, se recomienda disponer de acceso a Internet durante el proceso de instalación.
Como cabe esperar, el primer paso consistirá en ir hasta la página de descarga (http://releases.ubuntu.com/18.04/) y hacer clic sobre el enlace correspondiente.
Una vez descargado el archivo ISO, deberás grabarlo en un DVD o seguir las indicaciones de nuestros artículos Etcher (Parte 1): Una forma sencilla de crear dispositivos USB de instalación y Etcher (Parte 2): Crear un USB de instalación a partir de una imagen ISO, para instalar desde un dispositivo de memoria flash.
Finalmente, antes de comenzar la instalación, debemos acordarnos de comprobar si, en la BIOS, la secuencia de arranque indica que éste se intente primero desde la memoria USB o la unidad óptica que usaremos para instalar.
Si tu ordenador es relativamente moderno, probablemente también tendrás la opción de pulsar una tecla en los primeros instantes del arranque para que te ofrezca un menú con todas las unidades de almacenamiento desde las que puedes arrancar el sistema. En ese caso, no habría que configurar la BIOS, sólo elegir en este menú la unidad donde has grabado la ISO.
En este artículo suponemos que quieres sustituir por completo la instalación de tu antiguo sistema operativo. Durante el proceso se eliminará cualquier dato existente en el disco por lo que te recomiendo que, antes de comenzar esta tarea, realices una copia de seguridad de cualquier archivo que quieras preservar de tu antigua instalación.
Primeros pasos de la instalación
Si el arranque se está produciendo desde el dispositivo correcto, obtendrás una pantalla como la siguiente:
Poco después, se iniciará un asistente de instalación en modo texto que nos acompañará durante todo el proceso. Para comenzar, nos permite elegir nuestro idioma.
Puedes utilizar las teclas de cursor ( ↑ y ↓ ) para localizarlo y, una vez resaltado, la tecla Intro para elegirlo.
Una vez que el asistente conoce nuestro idioma, los siguiente que necesita saber es la distribución que tiene nuestro teclado. También podemos elegir la opción Identify keyboard para que el asistente trate de averiguarlo por él mismo.
Observa que, la línea que aparece a continuación le Layout aparece de un color diferente. Esto significa que es donde tenemos el foco, es decir donde actuaremos si pulsamos la tecla Intro. Como antes, podemos usar las teclas de cursor ( ↑ y ↓ ) para cambiar de opción.
Al hacerlo, aparecerá una lista con todos los idiomas soportados. Sólo tenemos que usar las teclas de cursos para localizar el nuestro. Será fácil encontrar el nuestro, porque aparecer ordenados alfabéticamente.
Si quisiéramos elegir alguna variante sobre la distribución estándar, repetiríamos el mismo proceso en el cuadro Variant.
Cuando estemos listos, avanzaremos hasta Hecho con las teclas de cursos y pulsaremos la tecla Intro.
Llegados a este punto, lo siguiente será elegir lo que queremos instalar. La segunda y tercera opción se utilizan para instalar componentes específicos de una instalación MAAS.
MAAS (Metal As A Service) es una tecnología introducida pro Canonical en 2012 que pretende trabajar con servidores físicos con los beneficios que supone el uso de servicios en la nube. Puedes encontrar más información en el siguiente enlace: https://docs.maas.io/2.3/en/.
Como la tecnología MAAS no es objeto de este artículo, nos limitaremos a pulsar la tecla Intro sobre la opción Instalar Ubuntu.
Establecer la configuración de red
Para iniciar la instalación, lo primero que hará el asistente de instalación será tratar de detectar y configurar cualquier adaptador de red presente en el equipo. Para lograrlo, tratará de asignar direcciones IP usando DHCP.
Normalmente, este paso es automático y meramente informativo. Nos limitaremos a comprobar que todo es correcto y continuaremos avanzando.
Si no se hubiese detectado ninguna tarjeta de red, el instalador podrá seguir avanzando, aunque no podrá comprobar si hay actualizaciones disponibles. En cualquier caso, siempre podremos modificar la configuración de red tras la instalación.
A continuación, si el equipo se va a conectar a Internet a través de un servidor Proxy, será el momento de escribir sus datos.
Lo siguiente será indicar dónde se encuentra el repositorio desde el que Ubuntu 18.04 LTS obtendrá los paquetes de forma predeterminada.
Si no dispones de un repositorio alternativo, sólo tienes que pulsar la tecla de cursor abajo ( ↓ ) hasta seleccionar la opción Hecho. Después, volvemos a pulsar la tecla Intro.
Establecer la estructura del disco
En este apartado es donde se encuentran realmente las diferencias más importantes con respecto al artículo original (Instalar Ubuntu Server 18.04 LTS (Bionic Beaver) desde cero). Allí, usábamos la opción predeterminada, donde el asistente crea una sola partición para todo el sistema.
Sin embargo, en este caso elegiremos la opción Manual, que nos permite seleccionar o reorganizar las particiones de todos los discos presentes en el sistema.
Al hacerlo, obtendremos una lista con todos los discos presentes en el sistema. Observa que, en nuestro caso, tenemos dos discos con el mismo tamaño y otro con un tamaño menor.
Nuestra intención es utilizar el más pequeño para instalar el propio sistema operativo y, con los otros dos, crear un nuevo volumen RAID-1 donde montar la carpeta /home.
El motivo por el que hemos tomado esta decisión es que suponemos que en nuestra carpeta /home se van a encontrar la mayoría de los datos del sistema y donde vamos necesitar el plus de fiabilidad que nos ofrece el volumen RAID. Como cabe esperar, este planteamiento puede variar en otro tipo de instalaciones.
Por lo tanto, una vez que tenemos claro el objetivo, comenzaremos preparando el disco más pequeño. Usamos la tecla de cursor abajo ( ↓ ) hasta seleccionarlo y, a continuación, pulsamos la tecla Intro.
Esto hará que aparezca un recuadro con diferentes opciones.
De nuevo, usamos la tecla de cursor abajo ( ↓ ) hasta seleccionar la opción Add Partition y pulsamos la tecla Intro.
El resultado será un nuevo recuadro para recabar la información que necesita el sistema para crear la partición:
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Su Tamaño: Su valor predeterminado es el disco completo y, en nuestro caso, es el valor que nos conviene.
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El sistema de archivos: Su valor predeterminado es ext4 y, como antes, lo dejaremos como está.
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El punto de montaje: que representa el punto del árbol de directorios de Ubuntu donde se situará la nueva partición. Con va a ser el lugar donde se instale el sistema, dejamos también su valor predeterminado, que es el directorio raíz(/).
Cuando estemos seguros de que hemos elegido los valores adecuados, nos desplazamos hasta la opción Create y pulsamos la tecla Intro.
Al hacerlo, volveremos a la pantalla principal. En la parte superior observaremos que ya aparece definido el disco principal.
Lo siguiente será definir el volumen RAID.
Como antes, usamos la tecla de cursor abajo ( ↓ ) hasta seleccionar la opción Create software RAID (md) y pulsamos la tecla Intro.
Como antes, aparecerá un nuevo recuadro para recabar la información necesaria para construir el volumen:
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Su nombre: De forma predeterminada aparece md0 y nosotros lo dejaremos como está.
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El nivel RAID: El asistente de instalación nos permite elegir entre los niveles 0, 1, 5, 6 y 10 pero, de nuevo, el valor predeterminado es el que nos interesa para este artículo.
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Los dispositivos que van a intervenir: usaremos la tecla de cursor abajo ( ↓ ) hasta situarnos sobre el primero y pulsamos la tecla espacio para seleccionarlo. Veremos que aparece una equis entre la pareja de corchetes que precede al disco (). Después, haremos lo mismo con el segundo.
Cuando estemos listos, volvemos a usar la tecla de cursor abajo ( ↓ ) hasta seleccionar la opción Create y pulsamos la tecla Intro.
De vuelta en la pantalla principal, comprobamos que, entre los dispositivos disponibles, solo aparece el volumen RAID que acabamos de crear. El siguiente paso será formatearlo.
Para lograrlo, volvemos a situarnos sobre el volumen con la tecla de cursor abajo ( ↓ ) y pulsamos la tecla Intro.
De nuevo, aparecerá un nuevo recuadro para recabar la información necesaria. Básicamente, necesitaremos indicar el sistema de archivos que emplearemos para el formato del volumen (lo normal será elegir de nuevo ext4) y el punto de montaje donde debe ubicarse que, como dijimos antes, en nuestro caso será la carpeta /home.
Cuando estemos listos, volvemos a a utilizar la tecla de cursor abajo ( ↓ ) para situarnos sobre Hecho y pulsamos la tecla Intro.
Al volver a la pantalla principal, comprobamos que ya aparecen ambos volúmenes en la parte superior…
Ya solo nos queda usar de nuevo la tecla de cursor abajo ( ↓ ) para situarnos sobre Hecho y pulsar la tecla Intro.
En realidad, hasta el momento no se ha realizado ninguna modificación en los discos, solo se han anotado nuestras preferencias. Los cambios se aplicarán a partir de haber elegido la opción Hecho en la pantalla anterior. Por ese motivo, como se trata de una operación que va a destruir todos los datos que pudiera tener previamente el disco, el sistema nos muestra un aviso.
Este paso no podrá deshacerse, por lo que es mejor estar completamente seguros antes de seguir adelante con la instalación.
Definir los datos de la cuenta
Después de lo anterior, habrá comenzado la instalación propiamente dicha. De este modo se ahorra tiempo mientras terminamos de introducir la última información que necesita el sistema para configurarse.
Como en la versión de escritorio, es necesaria, como mínimo, una cuenta de usuario que forme parte del grupo root. Los datos de esa cuenta son los que añadiremos en este punto.
Cuando estemos listos, nos aseguramos de tener seleccionada la opción Hecho y pulsamos la tecla Intro.
También tenemos la oportunidad de importar claves SSH desde Github o Launchpad. Sólo tendremos que incluir el nombre de usuario y el asistente de instalación se encargará de obtenerlas e instalarlas.
Nosotros aquí nos conformaremos con instalar el servidor OpenSSH, que nos facilitará con posterioridad la administración remota del equipo
Completar la instalación
El siguiente paso también es nuevo con respecto al artículo original (Instalar Ubuntu Server 18.04 LTS (Bionic Beaver) desde cero). En él, el asistente de instalación de Ubuntu nos permite elegir algunos paquetes de uso habitual en servidores. De este modo, los tendremos a nuestra disposición cuando concluya la instalación.
Los seleccionaremos o deseleccionaremos con la barra espaciadores.
A partir de aquí, el proceso de instalación continuará sin requerir nuestra atención.
Cuando la instalación haya terminado, aparecerá en la parte inferior una opción que nos permite reiniciar el equipo.
De nuevo, nos aseguramos de tener seleccionada la opción correcta, en este caso Reiniciar ahora, y pulsamos la tecla Intro.
Al hacerlo, veremos que el sistema inicia el proceso de apagado. Al final nos pide que retiremos el soporte de instalación que hayamos utilizado (el DVD o la memoria USB desde la que estamos haciendo la instalación) y pulsemos la tecla Intro.
Poco después se completará el reinicio y estaremos listos para comenzar a utilizar el equipo
Lógicamente, comenzaremos escribiendo el nombre de la cuenta de usuario que creamos durante la instalación y su contraseña.
… Y esto es todo por el momento. Espero que te haya resultado útil.