Comprimir archivos en Windows 11
La compresión de archivos y carpetas cumple una doble función en los sistemas de archivos: por una parte, permite ahorrar espacio en los dispositivos de almacenamiento y por otra, reduce el tamaño de los archivos cuando
necesitamos enviarlos a otra persona, ahorrando ancho de banda y tiempo de transferencia.
Windows 11 incluye herramientas, de forma predeterminada, con la capacidad de comprimir y descomprimir archivos de forma casi transparente al usuario, y sin la necesidad de instalar programas complementarios.
Esta tarea se puede realizar de dos formas diferentes según tratemos de ahorrar espacio o de obtener un archivo comprimido que podamos guardar de forma independiente o enviar a un conocido.
Comprimir el contenido de una carpeta en Windows 11
La forma más sencilla de explicar cómo comprimir el contenido de una carpeta es utilizar un ejemplo. Supón que tenemos una carpeta con una serie de imágenes, como la que se muestra a continuación.
Contenido de la carpeta original.
Para comprimir todo el contenido de la carpeta, sólo tenemos que subir un nivel en el árbol de directorios y hacer clic, con el botón derecho del ratón, sobre el nombre de la propia carpeta.
Después, en el menú de contexto que aparece, hacemos clic sobre la opción Propiedades.
Así, conseguimos que aparezca una ventana titulada Propiedades:, seguido del nombre de la carpeta.
Dentro de la solapa General, hacemos clic sobre el botón Opciones avanzadas.
De este modo, obtenemos la ventana Atributos avanzados. Lo siguiente será marcar la casilla de verificación que hay junto al texto Comprimir contenido para ahorrar espacio en disco.
… Y, a continuación, haremos clic sobre el botón Aceptar.
Al hacerlo, volvemos a la ventana Propiedades.
… Donde hacemos clic sobre el botón Aceptar para terminar.
El resultado será una ventana de aviso que nos pregunta si queremos aplicar los cambios sólo a esta carpeta o preferimos incluir todas las subcarpetas y archivos que haya en su interior. Parece lógico que esta segunda
opción sea la más habitual.
Una vez seleccionada la opción adecuada, hacemos clic sobre el botón Aceptar.
Finalmente, volveremos a tener sólo la ventana original abierta. Observa que se ha producido un ligero cambio en el aspecto de la carpeta…
Ahora en la parte superior del icono hay un pequeño emblema que indica su estado.
El emblema que acompaña al icono de la carpeta es una forma sutil de distinguir aquellos elementos que se encuentran comprimidos de los que no.
A partir de aquí, si arrastras un archivo fuera de la carpeta comprimida, éste se descomprimirá de forma totalmente transparente. Y si arrastramos un archivo al interior de la carpeta comprimida, también se comprimirá
sin que notemos nada.
Como puedes imaginar, para deshabilitar esta característica, sólo tenemos que volver a la ventana Atributos avanzados y deshabilitar la casilla de verificación que hay junto al texto Comprimir contenido
para ahorrar espacio en disco.
Desafortunadamente, esta opción sólo funciona sobre unidades de almacenamiento formateadas en NTFS.
Obtener un archivo comprimido
Vale, la opción anterior está muy bien cuando queremos ahorrar espacio, pero, ¿qué pasa si lo que intentamos en crear un archivo comprimido que podamos llevar en una memoria USB o enviarlo por correo
electrónico.
Pues bien, en estos casos, basta con seleccionar el conjunto de archivos que queremos incluir en el archivo comprimido y hacer clic sobre ellos con el botón derecho del ratón.
En el menú de contexto que aparece, elegimos Comprimir en archivo ZIP.
El resultado será un nuevo archivo, con el nombre del archivo sobre el que hemos pulsado con el botón derecho (en este caso el último de la lista), pero cuyo tipo es el de un archivo comprimido (observa el icono que lo
representa).
En el interior del archivo nuevo se encontrará una copia comprimida de los archivos elegidos.
El nombre del archivo aparece en modo edición para que podamos cambiarlo a nuestro gusto. Yo lo cambiaré por Walpapers.
En mi caso, tengo configurado el explorador de archivos de Windows para que muestre las extensiones de los archivos, por lo que también puedo ver que el archivo resultante es de tipo zip.
En cualquier caso, si consultamos las propiedades del nuevo archivo (haciendo clic sobre él con el botón derecho del ratón y eligiendo Propiedades), también podemos consultar el tipo de archivo.
Y comprobamos que es de tipo Zip.
Si te resulta incómodo que no se muestren las extensiones de los archivos, puedes consultar nuestro artículo Mostrar las extensiones de archivos conocidas en Windows 11.
Y hasta aquí el contenido de este artículo. Espero que te resulte útil.
