Instalar Windows Server 2016 con interfaz gráfica, paso a paso
Desde el pasado 26 de septiembre de 2016, Microsoft tiene a nuestra disposición la versión de evaluación de su flamante Windows Server 2016. Esta versión, en formato ISO es completamente gratuita y plenamente funcional durante 180 días.
Una cuenta Microsoft permite usar dispositivos y servicios de la empresa y consta de una dirección de correo electrónico y una contraseña.
Este periodo puede ser más que suficiente para quienes quieren comprobar cómo funciona esta nueva versión y para los que están pensando en actualizar el servidor de su empresa y quieren comprobar si el cambio puede merecerles la pena.
Para obtener esta imagen ISO, sólo tienes que ir hasta su página de descarga (https://www.microsoft.com/es-es/evalcenter/evaluate-windows-server-2016) e iniciar sesión con tu cuenta Microsoft. Si no dispones de una, podrás crearla sobre la marcha.
Hoy te mostraremos cómo instalarlo en una máquina virtual sobre VirtualBox, un proceso que ocupa, aproximadamente, media hora (aunque, como es lógico, esto dependerá de la potencia del ordenador que estés utilizando) y comienza por crear y configurar adecuadamente una nueva máquina virtual. Después, bastará con iniciar el sistema y seguir los pasos del asistente de instalación que, como veremos, tiene un gran parecido con otros sistemas operativos del fabricante.
Preparación de la máquina virtual.
El proceso de creación de la máquina virtual es idéntico al de cualquier otra. Sin embargo, dado lo reciente de la publicación de Windows Server 2016, en el momento de escribir este documento, aún no aparece en la lista de sistemas operativos disponibles.
De todas formas, no te preocupes, basta con elegir una versión genérica.
Además, debemos asegurarnos de asignar la cantidad de memoria suficiente para que el sistema funcione de forma correcta. Microsoft recomienda un mínimo de 512 MB, aunque avisa de que necesitaremos 2 GB si pretendemos instalar un servidor con la opción Desktop Experience (es decir, con escritorio).
Los requisitos mínimos con los que debe contar el sistema donde pensamos instalar Windows Server 2016 se encuentran relacionados en la página https://technet.microsoft.com/windows-server-docs/get-started/system-requirements–and-installation.
Puedes establecer el valor desplazando el indicador o escribiendo en el cuadro de texto.
A continuación debemos establecer las características del disco duro virtual que vayamos a utilizar.
Lo primero será decidir si vamos a utilizar uno que se haya creado con anterioridad o, lo más habitual, si creamos uno para la máquina virtual que estamos definiendo.
Otra alternativa consiste en omitir este paso y crear el disco manualmente cuando finalice el asistente. De esta forma, podremos especificar sus características de una forma más detallada.
Nosotros nos decantaremos por la opción Crear un disco duro virtual ahora y, a continuación, especificaremos que el archivo que lo contiene tenga el formato predeterminado: VDI (VirtualBox Disk Image).
Después, indicaremos si el espacio que ocupará el disco virtual debe ocuparse completamente en el momento de crearlo, o si dicho espacio se reservará de forma dinámica cuando sea necesario.
Si reservamos todo el espacio al principio, el proceso de creación de disco ocupará más tiempo, pero después será más rápido en su uso cotidiano. Nosotros nos inclinaremos por la opción Reservado dinámicamente.
Finalmente, indicaremos dónde se guardará el archivo que actuará como disco virtual (de forma predeterminada, se creará una carpeta con el nombre que le hayamos puesto a la máquina virtual. En este caso, Microsoft Windows Server 2016).
Tanto la carpeta donde se guarda el archivo, como el nombre del propio archivo podemos cambiarlo a nuestra voluntad haciendo clic en el icono con forma de carpeta que hay a la derecha.
También elegiremos el tamaño máximo que tendrá el disco. Como en el caso de la memoria, podremos deslizar el indicador arrastrando con el ratón o podemos escribir el valor en el cuadro de texto. Observa que, además del número, debes escribir la unidad de medida utilizando las abreviaturas habituales.
En este caso, ampliamos el tamaño predeterminado, para dejarlo en 50GB (el mínimo absoluto son 32GB).
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Con la información introducida, el asistente ya está listo para crear la nueva máquina virtual, por lo tanto, podemos hacer clic sobre el botón Crear.
Cuando volvamos a la ventana principal de VirtualBox observaremos que, en la parte izquierda, aparece la máquina virtual que acabamos de crear. A la derecha aparecen sus características, agrupadas por categorías.
Antes de comenzar la instalación propiamente dicha, deberemos configurar la máquina virtual para que inicie desde la unidad óptica. En nuestro caso, en lugar de un dispositivo físico, utilizaremos la imagen ISO que hemos descargado. Para lograrlo, editaremos la configuración de almacenamiento.
Verás que aparece la ventana Configuración de la máquina virtual, con la categoría Almacenamiento activa. Observa que disponemos de un árbol con los dispositivos de almacenamiento de la máquina virtual. Necesitamos disponer de un dispositivo óptico virtual dentro de la categoría Controlador: IDE. Si tenemos una unidad óptica vacía, nos limitamos a hacer clic sobre ella. Si no es así, puedes crearla haciendo clic en el icono que muestra una unidad con un signo +, en la parte inferior del árbol.
Una vez elegida la unidad, hacemos clic en el icono del disco, a la derecha y, en el menú que aparece, elegimos Seleccionar un archivo de disco virtual de CD/DVD…
Al hacerlo, conseguiremos que aparezca una ventana típica para abrir archivos. Nos desplazamos hasta la carpeta donde tenemos la imagen ISO, hacemos clic sobre ella y, finalmente, hacemos clic sobre el botón Abrir.
Al volver a la ventana de propiedades de la máquina virtual, observarás que ya aparecen las características de la imagen ISO elegida.
Con esto, estaremos listos para comenzar la instalación.
Instalar Windows Server 2016
Si hemos completado correctamente los pasos anteriores, al hacer clic en el botón Iniciar, en la ventana principal de VirtualBox, se abrirá una nueva ventana y, dentro de ella, veremos lo mismo que veríamos en un ordenador de verdad, en el que estemos instalando Windows Server 2016.
Por supuesto, podríamos hacer lo mismo en una máquina real, insertando un DVD de instalación en la unidad óptica inmediatamente después de ponerlo en marcha.
Lo primero que veremos es cómo se cargan los archivos que necesita Windows Server 2016 para iniciar la instalación. Pasados unos instantes, veremos que hemos abandonado el modo de texto y aparece el icono de Windows sobre un círculo de puntos en movimiento que nos indican que hay actividad.
Un instante después, veremos como comienza a cargarse la interfaz del asistente de instalación: aparecerá la primera pantalla donde tenemos que introducir información.
Se trata de la configuración del idioma, aunque en realidad se establecen tres parámetros: El propio idioma, el formato de hora, fecha y moneda, y el tipo de teclado que vamos a utilizar.
Con esta sencilla operación, el asistente está listo para comenzar la instalación del sistema operativo.
Aunque por el momento nos centraremos en realizar una instalación básica, es interesante que observemos también el enlace Reparar el equipo, que puedes ver en la parte inferior izquierda de la siguiente ventana. Recurriremos a ella cuando dispongamos de una instalación de Windows Server 2016 que presente un comportamiento erróneo.
El sistema comienza a cargar archivos para la instalación.
Poco después, el asistente nos pedirá que seleccionemos la edición concreta de Windows Server 2016 que vamos a instalar. En esta versión de evaluación aparecen cuatro opciones:
- Windows Server 2016 Standard Evaluation.
- Windows Server 2016 Standard Evaluation (Experiencia de escritorio).
- Windows Server 2016 Datacenter Evaluation.
- Windows Server 2016 Datacenter Evaluation (Experiencia de escritorio).
La elección entre la versión Standard y Datacenter estará en función del volumen del servidor que pretendemos instalar. Para nuestro ejemplo, será suficiente con la versión Standard.
Por otro lado, las versiones que incluyen el texto Experiencia de escritorio dispondrán de una interfaz gráfica completa, mientras que aquellas que no lo incluyen estarán orientadas a su uso a través de comandos (lo que antes se conocía como ediciones Server Core).
Hoy nos decantaremos por la versión con interfaz gráfica, aunque más adelante también dedicaremos un artículo a instalar la versión que no la incluye.
Después, el asistente nos muestra el contrato de licencia correspondiente al producto que hemos elegido en el paso anterior. Es conveniente leer atentamente las condiciones.
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Si estamos de acuerdo con los términos de la licencia, elegimos Acepto los términos de licencia y hacemos clic en Siguiente.
En el siguiente paso, debemos indicar el tipo de instalación que realizaremos, aunque, si hemos iniciado la instalación desde el DVD de instalación (como es el caso), sólo podremos elegir la opción Personalizada: instalar solo Windows (avanzado), ya que, si lo que pretendemos es actualizar una instalación existente, por ejemplo un servidor con Windows Server 2008 que deseamos actualizar a Windows Server 2016, deberemos iniciar la instalación insertando el DVD con Windows Server 2008 en funcionamiento. De este modo, se conservarán todos los archivos, los programas y la configuración que ya teníamos, ahorrándonos una buena cantidad de trabajo.
En cualquier caso, si vas a realizar una actualización, recuerda realizar una copia de seguridad de todos los datos importantes antes de iniciar el proceso, ya que si hubiese algún problema durante la actualización, podrías perder todos los datos anteriores.
A continuación, podemos optar por asignar todo el espacio del disco duro para la instalación de Windows Server 2016. Para ello, sólo habría que hacer clic sobre el botón Siguiente. No obstante, también tenemos diferentes opciones para configurar el disco (o los discos) que tengamos en el servidor a nuestro gusto. Veamos esta segunda opción, para tener una idea de cómo funciona, aunque finalmente, dejaremos asignado todo el disco para la instalación del sistema operativo.
De momento, observamos que aparece una lista donde sólo hay un elemento con el texto Espacio sin asignar en la unidad 0. Si tuviésemos más de un disco, o el disco (o discos) tuviesen más de una partición, en la lista aparecería una entrada por cada disco y por cada partición existente. La idea es que podamos eliminar o modificar cualquiera de las particiones existentes o incluso crear particiones nuevas.
En este caso, no existen particiones previas (de ahí lo de Espacio sin asignar), por lo que sólo deberemos asegurarnos de que se encuentra seleccionada la unidad correcta y hacer clic en Nuevo. Lógicamente, nosotros ya tenemos seleccionada la unidad correcta, porque es la única que hay.
Inmediatamente, aparecerá un cuadro de texto donde podremos escribir el tamaño de la partición que queremos crear. De forma predeterminada aparece el tamaño máximo, pero podríamos reducirlo, por ejemplo para hacer una partición diferentes para el sistema operativo y otra para los datos.
De cualquier modo, aunque vayamos a dedicar todo el disco al sistema, Windows Server 2016 necesita 500 MB sin particionar para usarlos en su funcionamiento interno. En nuestro caso particular, el espacio disponible era de 51700 MB, pero nosotros hemos restado a esa cantidad 500 MB, de modo que nos quedan los 51200 que se observan en la siguiente imagen.
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Una vez que hayamos establecido el tamaño de la partición, ya podremos hacer clic en el botón Aplicar.
Cuando aplicamos los cambios, recibimos un aviso indicando que Windows podrá crear particiones adicionales en el espacio que hemos dejado libre.
Después de esto, verás que el Espacio sin asignar ha desaparecido, quedando únicamente una entrada de 500 MB, etiquetada como Unidad 0 Partición 1: Reservado para el sistema, y los 49,5 GB restantes, etiquetados como Unidad 0 Partición 2, que será el disco principal del sistema. No obstante, aún queda un paso importante: darle formato.
Como siempre que formateamos cualquier unidad o partición, el sistema operativo nos muestra un aviso informándonos de que el proceso es permanente, es decir, que no podremos deshacerlo más adelante. Esto significa que, si la partición contuviese datos, éstos se perderían definitivamente.
En cualquier caso, nosotros acabamos de crear la partición, por lo que es imposible que tenga datos.
A partir de aquí, puede haber unos instantes en los que parezca que el sistema no responde. En realidad, lo que está ocurriendo es que se está dando formato a la partición. El proceso tardará más o menos tiempo en función del tamaño de la partición que estemos formateando.
Cuando la ventana vuelva a su estado habitual, el proceso de formateado habrá acabado. Si, en el paso 9, no asignamos a la nueva partición todo el espacio disponible, ahora podremos repetir los pasos 8 a 12 para añadir más particiones.
En nuestro caso, dado que ya está asignado todo el disco, el enlace Nuevo aparece inactivo.
A partir de aquí, el proceso se vuelve un tanto aburrido, ya que consiste en copiar una serie de archivos desde el DVD de instalación al disco duro del servidor, descomprimirlos e instalar diferentes componentes de forma automatizada. Además, durante el proceso, el sistema se reiniciará varias veces.
Cuando se completen los pasos de la ventana anterior, se producirá el primer reinicio.
Poco después, volverá a aparecer la pantalla en negro con el nuevo logotipo de Windows y, un instante más tarde, un mensaje que nos informa de que se están preparando los diferentes dispositivos.
Y por último, se prepara el sistema para su primer arranque.
Cuando concluya este proceso se producirá un nuevo reinicio y la instalación habrá concluido.
Durante la instalación, se ha creado automáticamente un usuario llamado Administrador, que será el que tenga los máximos privilegios en el equipo. Sin embargo, este usuario tan importante (en otros sistemas operativos, un usuario con estas características recibe el nombre de superusuario), aún no tiene asignada una contraseña. Esta será la primera tarea que deberemos completar ahora que ya está instalado Windows Server 2016.
La contraseña se solicita por duplicado, para asegurarse de que no cometemos errores tipográficos. Piensa que, si después no somos capaces de volver a escribir la contraseña, no podremos iniciar sesión en el servidor y nos encontraremos en un aprieto.
Además, para que la contraseña cumpla con los requisitos de seguridad establecidos por Windows Server 2016, debe tener, como mínimo, 8 caracteres y contener caracteres complejos como números, letras mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales.
Al hacerlo, la pantalla muestra, durante un instante, un mensaje que nos informa de que se están completando los últimos pasos de la configuración.
Poco después llegamos a la ventana de autenticación de Windows Server 2016 (que, como puedes ver en la imagen, se parece mucho a la de Windows 10). Ahora no se pide directamente el nombre de usuario y la contraseña, sino que se muestra la fecha y la hora y un mensaje que indica la combinación de teclas que nos permiten iniciar sesión.
Ahora sí, el sistema nos muestra el nombre de la cuenta Administrador y nos solicita su contraseña.
A continuación, la pantalla cambiará para indicarnos que se está produciendo el inicio de sesión. La primera vez que iniciamos sesión con cualquier usuario (incluido el Administrador), el proceso tarda algo más de lo normal, esto es debido a que se está creando toda la información de su perfil, desde las carpetas donde se guardarán sus documentos, hasta la información sobre el aspecto de las ventana.
Después de esto, la cuenta Administrador ya está funcional y lista para usarse. Sin embargo, aún hay ciertas tareas que podemos necesitar para que las características del servidor sean las que necesitamos de él. Por ese motivo, nada más terminar el inicio de sesión, aparecerá en pantalla un asistente que nos permite buscar otros equipos y dispositivos en la red local.
También comienza a ejecutarse la herramienta Administrador del servidor, que sustituye a la antigua herramienta Tareas de configuración inicial (o ICT, de Initial Configuration Tasks) de Windows Server 2008. Este asistente aparece de forma automática cada vez que iniciamos sesión con la cuenta Administrador y nos permite realizar las principales tareas de configuración del servidor.
En cualquier caso, si más tarde necesitas recuperar el Administrador del servidor, puedes encontrarlo en el menú Inicio.
Y esto es todo por hoy. Espero que te resulte útil.