Instalar Ubuntu 16.10 (Yakkety Yak) desde cero
Si eres seguidor del sistema operativo Ubuntu, probablemente sabrás que hace sólo unos días que se publicó su última edición, la 16.10, apodada Yakkety Yak.
En esta ocasión, Canonical ha incluido algunas mejoras muy interesantes, como la última versión del núcleo de GNU/Linux (la 4.8) y la nueva versión de la librería gpg (gnupg2).
En cuanto a la usabilidad, incorpora GTK3 para mejorar el rendimiento de la interfaz gráfica y nuevas versiones de Nautilus (la 3.20) y LibreOffice (la 5.2) para beneficiarse de ella. Además, incluye el entorno de escritorio Unity 7.5, que arregla algunos errores y optimiza el rendimiento de máquinas virtuales, aunque también podremos iniciar sesión con la preview de Unity 8 para valorar cómo será el futuro de esta interfaz gráfica.
Como puedes suponer, estas no son las únicas novedades. Sólo las más llamativas. Puedes obtener información detallada accediendo a sus release notes.
Si estás interesado en probarlo, hoy te mostraremos, paso a paso, cómo puedes disfrutar de él en tu equipo, o en una máquina virtual.
Según Canonical, los requisitos mínimos que debe cumplir el ordenador donde realices la instalación son estos:
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Procesador de doble núcleo a 2 GHz o superior
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2 GB De memoria principal
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25 GB de espacio libre en disco
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Un dispositivo DVD o un puerto USB para el soporte de instalación.
Además, se recomienda disponer de acceso a Internet durante el proceso de instalación.
Si, ya sé que desde hace algunas ediciones, Ubuntu apenas cambia el modo en que realiza sus instalaciones. De hecho, la explicación de hoy es perfectamente aplicable a las versiones anteriores. Sin embargo, creo que, para los recién llegados a este mundillo de GNU/Linux, siempre es reconfortante encontrar una mano que los guíe.
Como cabe esperar, el primer paso consistirá en ir hasta la página de descarga (http://releases.ubuntu.com/16.10/) y hacer clic sobre el enlace correspondiente, según la arquitectura de tu equipo.
Una vez descargado el archivo ISO, deberás grabarlo en un DVD o seguir las indicaciones de nuestro artículo Crear USB de instalación con UNetBootin, para instalar desde un dispositivo de memoria flash.
Finalmente, antes de comenzar la instalación, debemos acordarnos de comprobar si, en la BIOS, la secuencia de arranque indica que éste se intente primero desde la memoria USB o la unidad óptica que usaremos para instalar.
Si tu ordenador es relativamente moderno, probablemente también tendrás la opción de pulsar una tecla en los primeros instantes del arranque para que te ofrezca un menú con todas las unidades de almacenamiento desde las que puedes arrancar el sistema. En ese caso, no habría que configurar la BIOS, sólo elegir en este menú la unidad donde has grabado la ISO.
En cualquier caso, si el arranque se está produciendo desde el dispositivo correcto, obtendrás una pantalla como la siguiente:
Poco después, te encontrarás con una pantalla como la siguiente.
En ella, podemos elegir nuestro idioma a la izquierda. Además, a la derecha encontramos dos opciones: Probar Ubuntu e Instalar Ubuntu.
Si es la primera vez usas Ubuntu, la primera opción te permite arrancar el sistema operativo desde la imagen de instalación. De esta forma puedes comenzar a trabajar en Ubuntu sin instalarlo, lo que te permite hacerte una idea de sus características, pero sin alterar tu disco duro. A este proceso se le suele llamar arrancar en modo Live. Además, desde su escritorio también podrás iniciar la instalación, con la ventaja de que mientras la realizas podrás navegar por Internet, escuchar música y muchas otras cosas.
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No obstante, para simplificar, en este artículo hemos decidido ir al grano y hacer clic sobre Instalar Ubuntu.
En el siguiente paso, debemos indicar si queremos descargar e instalar las últimas actualizaciones mientras instalamos (algo muy recomendable). Así, al terminar, tendremos la última versión de todos los paquetes que componen la instalación.
Incluso podemos indicar si debe instalarse software de terceros que nos permita reproducir Flash, MP3 y otros archivos. Al activarlo, nuestra instalación dejará de ser completamente libre, pero tendremos menos problemas al reproducir contenidos multimedia.
Si estamos usando un portátil, también comprobará si estamos conectados a la red eléctrica.
En el siguiente paso, deberemos indicar cómo se almacena la instalación del sistema en nuestro disco duro. En el artículo de hoy, estamos suponiendo que la instalación se realiza sobre un disco nuevo, en el que aún no tenemos instalado ningún sistema operativo. Dejaremos para otro momento el modo en el que instalar Ubuntu en un disco en el que ya se encuentre otro sistema operativo de modo que comparta el espacio con él.
La opción más cómoda sería elegir Borrar disco e instalar Ubuntu. Si lo hacemos, se eliminará cualquier contenido previo del disco y se instalará Ubuntu ocupando todo el disco. Se crearán las siguientes particiones de forma automática:
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Partición raíz (/): Donde se guardan todos los archivos y directorios, tanto del sistema operativo como de los usuarios que tengan cuenta en nuestro equipo.
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Partición de intercambio (swap): Donde se guardan los fragmentos de memoria RAM que el gestor de memoria virtual necesite descargar a disco. También se utiliza para guardar todo el contenido de la memoria RAM cuando hibernamos el sistema. El tamaño de esta partición será, como mínimo, equivalente al de la memoria RAM del equipo.
Como cabe esperar para la partición raíz se utilizará todo el espacio disponible, menos el asignado a la partición de intercambio.
Aunque esta primera opción es la más sencilla, es mucho más interesante que hagamos las particiones nosotros mismos. Así, podremos decidir cuántas particiones se crean, con qué tamaños y qué sistemas de archivos implementarán.
Así pues, en nuestro caso elegiremos Mas opciones.
Si el disco ya tiene particiones previas, puedes eliminarlas haciendo clic sobre ellas y, a continuación, sobre el botón ‘-’ que hay debajo de la lista de particiones. Repite el proceso hasta que la ventana del asistente tenga el aspecto de la imagen siguiente.
Como en este ejemplo estamos partiendo de un disco nuevo, su estructura ya está completamente vacía. Sólo tenemos que comenzar a crearla.
Al hacerlo, aparece un aviso que nos informa de que, al realizar la operación, desaparecerá cualquier información previa que tuviese el disco.
Es importante tener en cuenta que, todos los cambios que realicemos en esta ventana son temporales y sólo se harán definitivos cuando hagamos clic sobre el botón Instalar ahora. Por eso, la ventana nos informa de que podremos deshacer esta operación más adelante, si lo creemos necesario.
A partir de aquí. comenzaremos a crear las particiones que configuren nuestra instalación. Lo normal, en una instalación de escritorio es hacer tres particiones:
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Partición raíz (/): Para los archivos y carpetas del sistema operativo y de las aplicaciones que vayamos instalando.
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Partición home (/home): Para los archivos y carpetas de los usuarios que tengan cuenta en nuestro equipo.
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Partición de intercambio (swap): Como hemos dicho más arriba, es la memoria que utiliza el gestor de memoria virtual para realizar su trabajo. También es el lugar donde se guarda el contenido de toda la memoria RAM cuando hibernamos el sistema. Ten en cuenta que, el tamaño de esta partición será, como mínimo, equivalente al de la memoria RAM del equipo.
Esto hará que se muestre la ventana Crear partición. Aquí estableceremos los valores que definan la primera partición. En nuestro caso, comenzaremos por el área de intercambio (swap):
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Tamaño: En este aspecto ha existido tradicionalmente bastante controversia. Como hemos dicho más arriba, su tamaño debe ser, como mínimo, el de la memoria RAM. Sin embargo, cuando la cantidad de memoria RAM no supera los 4GB, la mayoría de los expertos se inclinan por establecer un tamaño equivalente al doble de la memoria RAM. Dado que nosotros disponemos sólo de 2GB de RAM, estableceremos un tamaño de 4GB (4096 MB) para el área de intercambio.
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Tipo de la nueva partición: El área de intercambio puede alojarse indistintamente en una partición primaria o lógica. Aquí nos decantaremos por una primaria.
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Ubicación de la partición: Aquí indicamos si preferimos que la nueva partición se ubique al principio del espacio disponible o al final. Podemos pensar que no es una decisión trascendental, aunque también existe cierta controversia sobre este aspecto (existen diferencias en el tiempo de acceso a la parte más próxima al eje y a la zona más alejada). Para nuestro ejemplo, nos inclinaremos por situarla al principio del espacio libre.
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Utilizar como: Elegimos área de intercambio.
Cuando volvamos a la página principal del asistente, volvemos a hacer clic sobre el botón ‘+’ para crear la siguiente partición.
Ahora será el turno de la partición raíz, para la que incluiremos los siguientes valores:
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Tamaño: Como dijimos al principio, Ubuntu necesita para instalarse un mínimo de 6,6 GB de espacio libre en el disco duro. Para este ejemplo, como no dispongo de un disco muy grande, asignaré 10000 MB (algo menos de 10GB), que debe ser suficiente, al menos en una instalación de prueba como esta.
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Tipo de la nueva partición: la partición raíz (/) puede ir en una partición primaria o lógica. En este ejemplo hemos elegido crear una lógica. Así nos reservamos particiones primarias por si las necesitamos en el futuro.
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Ubicación de la partición: Como antes, la situaremos al principio del espacio que aún nos queda.
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Utilizar como: Aquí elegimos el sistema de archivos que se aplicará a la partición. Nos decantamos por Sistema de ficheros ext4 transaccional, que es el que se utiliza habitualmente en Ubuntu.
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Punto de montaje: Aquí debemos indicar la parte del árbol de directorios que vamos a montar en esta partición. Como es la partición raíz, debemos indicar ‘/ ‘.
Cuando volvamos de nuevo a la página principal del asistente, tendremos creadas dos de las tres particiones que necesitamos. volvemos a hacer clic sobre el botón ‘+’ para crear la última.
Ahora será el turno de la partición home (/home), para la que incluiremos los siguientes valores:
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Tamaño: Como ya es la última partición, podemos asignarle todo el espacio disponible (que será el valor predeterminado).
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Tipo de la nueva partición: Como antes, podemos elegir indistintamente una partición primaria o lógica. También ahora nos inclinamos por crear una lógica.
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Ubicación de la partición: De nuevo la situaremos al principio del espacio que nos queda. Aunque, como estamos asignando todo el espacio disponible, lo que elijamos aquí es indiferente.
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Utilizar como: Otra vez indicaremos Sistema de ficheros ext4 transaccional.
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Punto de montaje: Indicamos la parte del árbol de directorios que vamos a montar en esta partición. En este caso, ‘/home ‘.
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Una vez completados los datos de la última partición, volvemos a hacer clic sobre el botón Aceptar.
Al terminar la creación de las particiones, el asistente tendrá un aspecto parecido al que muestra la imagen siguiente. Te recomiendo que lo analices detenidamente antes de continuar, para estar seguro de que refleja exactamente lo que pretendías. Si no es así, realiza ahora todos los cambios necesarios.
Con esto, habremos superado la parte más complicada del trabajo. No obstante, antes de proceder con los cambios, el sistema nos muestra una ventana informativa donde se detalla lo que va a hacer y nos pide autorización para proceder.
El motivo es que, en realidad, aún no hemos realizado ningún cambio físico en el disco. Sólo hemos diseñado los cambios que se aplicarán. Eso significa que si ahora hacemos clic en Volver, podremos incluso anular la instalación y no le habrá sucedido nada a nuestro disco duro.
Desde hace ya varias ediciones, el proceso de instalación de Ubuntu incorpora una característica curiosa: una vez terminado el trabajo de particionado y formateado de la unidad, comienza automáticamente a copiar archivos y a instalar el sistema mientras que nosotros vamos facilitando los datos de configuración. De esta forma el asistente de instalación nos ahorra algo de tiempo en el proceso.
En cualquier caso, la siguiente pantalla que vemos trata de configurar la zona horaria, para lo que nos pide que indiquemos dónde nos encontramos (aunque el valor predeterminado que aparece suele ser bastante preciso).
Para modificar el valor predeterminado, bastaría con hacer clic sobre la zona del mapa adecuada. Así, podemos instalar un sistema en España y utilizarlo después en cualquier otro lugar del planeta.
Igual pasa en el siguiente paso con la distribución del teclado: El asistente nos sugiere una configuración (que suele ser correcta) y nosotros podemos cambiarla según nuestras necesidades.
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Para seguir, hacemos clic sobre el botón Continuar (aunque en la imagen queda casi oculto debido a la resolución de mi pantalla)
A continuación, tendremos que definir los datos de la cuenta de usuario predeterminada y la información que permitirá identificar al equipo en la red. En particular, para este ejemplo, usaremos los valores que muestra la imagen:
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Su nombre: Será tu nombre real (puedes usar letras mayúsculas, minúsculas, espacios en blanco, etc.).
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Nombre de su equipo: Es el nombre del ordenador. Sobre todo es útil para identificarlo desde otros equipos de la misma red local.
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Introduzca un nombre de usuario: Este es el nombre de la cuenta predeterminada. Debe comenzar por una letra minúscula y el resto de los caracteres podrán ser minúsculas, números y los caracteres guión bajo (_), punto (.) y coma (,) en cualquier orden.
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Introduzca una contraseña: Será la contraseña de la cuenta anterior. Para formarla, Ubuntu recomienda que usemos un mínimo de 8 caracteres, que pueden ser letras (mayúsculas y minúsculas) números y signos de puntuación. El asistente nos informa de la robustez de la contraseña que hayamos escrito.
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Si la carpeta principal de un usuario no está cifrada, bastará con arrancar el ordenador desde un dispositivo externo para que cualquiera pueda acceder a los datos que contiene.
Confirme su contraseña: Repetiremos la contraseña anterior, de esta forma, el asistente se asegura de que no hemos cometido un error tipográfico al escribirla la primera vez (algo que podría impedirnos iniciar sesión al completar la instalación). No podremos continuar mientras ambas versiones no coincidan.
Más abajo, podremos indicar si la sesión debe iniciarse automáticamente (algo muy útil cuando no tenemos restricciones de seguridad) o se debe pedir siempre la contraseña
También tendremos la opción de cifrar la carpeta del usuario para poner sus datos a salvo de miradas indiscretas.
Con esto, habrá terminado nuestra labor. En la pantalla aparecerá una barra de progreso que nos informa primero del avance de la copia de archivos (si aún no hubiese concluido), después de la descarga de los paquetes que resulten necesarios y, por último, de los ajustes de post-instalación que sea necesario aplicar.
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En definitiva, sólo tenemos que esperar a que concluya la instalación. Un tiempo que estará en función de la velocidad de tu conexión a Internet y de la potencia de tu ordenador, pero que no resulta excesivo.
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Mientras tanto, la pantalla irá cambiando cada cierto tiempo, explicándonos las bondades de nuestro sistema operativo.
Cuando termine la instalación, aparecerá un mensaje de aviso. Ya sólo tendremos que reiniciar el equipo para comenzar a disfrutar de nuestro flamante Ubuntu 16.10 (Yakkety Yak).
Al apagar, el sistema nos pide que retiremos el soporte desde el que hemos instalado (el DVD o la memoria USB) y pulsemos la tecla Intro.
Después del reinicio, estaremos listos para disfrutar de la nueva versión de este fantástico sistema operativo.
Por qué instalar Ubuntu 16.10 (Yakkety Yak)
El motivo para instalar la última versión de Ubuntu es muy claro: quieres conocer hacia dónde se dirige la distribución y experimentar con las novedades que se irán estableciendo en el futuro. Sobre todo en lo tocante a Unity 8.
… y por qué no instalarlo
No debemos olvidar que no se trata de una versión LTS, lo que significa que su periodo de mantenimiento se restringe a 9 meses. Esto supone que estarás prácticamente obligado a volver a actualizar cuando salga la siguiente versión (en Abril de 2017).
Por el contrario, si permaneces en Ubuntu 16.04 LTS (Xenial Xerus) tendrás garantizadas actualizaciones durante los próximos cinco años.
Y hasta aquí el artículo de hoy. espero que te haya resultado interesante y que te animes a probarlo.