Comprimir archivos en Windows 8.1
La compresión de archivos y carpetas cumple una doble función en los sistemas de archivos: por una parte, permite ahorrar espacio en los dispositivos de almacenamiento y por otra, facilita el manejo de archivos más pequeños cuando necesitamos enviarlos a otra persona, ahorrando ancho de banda y tiempo de envío.
Windows 8.1 incluye herramientas, de forma predeterminada, con la capacidad de comprimir y descomprimir archivos de forma casi transparente al usuario, y sin la necesidad de instalar programas complementarios. Esta tarea se puede realizar de dos formas diferentes según tratemos de ahorrar espacio o de obtener un archivo comprimido que podamos guardar de forma independiente o enviar a un conocido.
Comprimir el contenido de una carpeta en Windows 8.1
Supongamos, para este ejemplo, que tenemos una carpeta con una serie de imágenes como la que se muestra en la imagen siguiente.
Para comprimir todo el contenido de la carpeta, sólo tenemos que subir un nivel en el árbol de directorios y hacer clic, con el botón derecho del ratón, sobre el nombre de la carpeta.
Esto hará que aparezca una ventana titulada Propiedades:, seguido del nombre de la carpeta.
Así obtenemos la ventana Atributos avanzados. Lo siguiente será marcar la casilla de verificación que hay junto al texto Comprimir contenido para ahorrar espacio en disco.
Al hacer clic sobre el botón Aceptar de la ventana Propiedades, aparecerá una ventana de aviso que nos pregunta si queremos aplicar los cambios sólo a esta carpeta o preferimos incluir todas las subcarpetas y archivos que haya en su interior. Parece lógico que esta segunda opción sea la más habitual.
Finalmente, volveremos a tener sólo la ventana original abierta. Observa que se ha producido un ligero cambio en el aspecto de la carpeta…
Y si hacemos doble clic sobre ella para mostrar su contenido…
El cambio de color en el nombre de los archivos y carpetas es una forma sutil de distinguir aquellos que se encuentran comprimidos de los que no.
A partir de aquí, si arrastras un archivo fuera de la carpeta comprimida, éste se descomprimirá de forma totalmente transparente. Y si arrastramos un archivo al interior de la carpeta comprimida, también se comprimirá sin que notemos nada.
Como puedes imaginar, para deshabilitar esta característica, sólo tenemos que volver a la ventana Atributos avanzados y deshabilitar la casilla de verificación que hay junto al texto Comprimir contenido para ahorrar espacio en disco.
Desafortunadamente, esta opción sólo funciona sobre unidades de almacenamiento formateadas en NTFS.
Obtener un archivo comprimido
La opción anterior está muy bien cuando queremos ahorrar espacio, pero, ¿qué pasa si lo que intentamos en crear un archivo comprimido que podamos llevar en una memoria USB o enviarlo por correo electrónico.
Pues bien, en estos casos, basta con seleccionar el conjunto de archivos que queremos incluir en el archivo comprimido y hacer clic sobre ellos con el botón derecho del ratón.
1
En el menú de contexto que aparece, elegimos Enviar a y, a continuación, Carpeta comprimida (en zip).
El resultado será un nuevo archivo, con el nombre del archivo sobre el que hemos pulsado con el botón derecho (en este caso el último de la lista), pero cuyo tipo es el de un archivo comprimido (observa el icono que lo representa).
Si consultamos las propiedades del nuevo archivo (haciendo clic sobre él con el botón derecho del ratón y eligiendo Propiedades), comprobaremos que se trata de un archivo en formato zip.
One more thing…
Si te resulta incómodo que no se muestren las extensiones de los archivos, puedes consultar nuestro artículo Conseguir que Windows 8.1 muestre las extensiones de los archivos.