Montar volúmenes LVM en Ubuntu (actualizado)
Introducción
Para aquellos que no les suene eso del LVM, les diré que son las iniciales de Logical volume managent. Fue implementado originalmente por Heinz Mauelshagen como un módulo del núcleo, y hace de intermediario entre los dispositivos de almacenamiento y el resto del sistema.
Con LVM podemos crear un volumen lógico uniendo varios volúmenes físicos (particiones o dispositivos), o podemos partir un volumen físico en varios volúmenes lógicos. Esto permitiría, por ejemplo, añadir un nuevo disco a un volumen lógico, de forma transparente al resto del sistema, incluso sin tener que pararlo.
Para obtener más información, te recomiendo echar un vistazo al artículo Qué es LVM
Si trabajas con Ubuntu Server, el almacenamiento en disco se configura como volúmenes LVM de forma predeterminada durante la instalación, por lo que, si no has hecho nada específico, ya lo tendrás configurado (puedes consultar nuestro artículo Instalar Ubuntu Server 22.04 LTS (Jammy Jellyfish) desde cero).
Por el contrario, si trabajas con una versión de escritorio de Ubuntu, habrás tenido que configurarlo de forma explícita. Esto también se puede hacer durante el proceso de instalación (como ya te explicamos en el artículo Instalar Ubuntu 22.04 LTS (Jammy Jellyfish) en un disco cifrado).
En cualquier caso, es posible que, antes de utilizar volúmenes LVM, te preocupe saber si será sencillo acceder a tus datos, en caso de que se produzca algún incidente. Imagina, por ejemplo, que has instalado la versión de escritorio de Ubuntu en un volumen cifrado, como te explicamos en el artículo anterior y, pasado un tiempo, el sistema se corrompe y deja de arrancar.
Hace unos años el proceso era algo más complejo pero, a día de hoy, la situación se encuentra perfectamente contemplada por los desarrolladores de Canonical y casi no notaremos la diferencia con otros tipos de almacenamiento.
Para demostrártelo, hoy accederemos al sistema que tenemos instalado sobre un volumen LVM cifrado, imaginando que el sistema operativo ha dejado de funcionar.
Para lograrlo, volveremos a utilizar el soporte de instalación de Ubuntu (la memoria USB donde volcamos la imagen ISO del sistema), pero en esta ocasión lo usaremos para ejecutar el sistema operativo en modo Live. Así, iniciamos el ordenador sin el disco principal del equipo (el disco cifrado que, en el supuesto de hoy, estamos imaginando que nos causa problemas en el arranque, pero que tiene datos a los que necesitamos acceder).
Comenzaremos insertando el soporte de instalación en un puerto USB y poniendo en marcha el ordenador.
Puede que necesites acceder a la BIOS/UEFI de tu equipo para cambiar la secuencia de arranque, o pulsar una tecla, que te permita obtener un menú con los dispositivos desde los que puedes arrancar, y elegir el adecuado.
En cualquier caso, esto dependerá de la placa base de tu equipo, por lo que puede que necesites consultar su documentación.
Si estás arrancando desde el dispositivo adecuado, lo primero que verás es un menú de texto con varias opciones.
Como es habitual, podremos cambiar la opción preferida usando las teclas de cursor y, cuando estemos sobre ella, pulsar la tecla Intro.
No obstante, para nuestra tarea de hoy, la opción elegida será la primera (Try or Install Ubuntu). Por lo tanto, aquí nos limitaremos a pulsar la tecla Intro.
Al hacerlo, obtendremos una pantalla como la siguiente:
Durante este tiempo, el asistente de instalación realiza una serie de comprobaciones sobre el equipo. También se asegura de que el soporte desde el que estamos arrancando, se ha creado correctamente.
Si todo va bien, al final te encontrarás con una pantalla como la siguiente, donde podrás elegir tu idioma a la izquierda. Además, a la derecha encontrarás dos opciones: Probar Ubuntu e Instalar Ubuntu.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, la primera opción (Probar Ubuntu) te permite arrancar el sistema operativo desde la imagen de instalación. Así ejecutamos Ubuntu sin hacer cambios en el disco duro. A este proceso se le suele llamar arrancar en modo Live y es el que nos interesa hoy.
A partir de aquí, el sistema se inicia con normalidad y nos deja en el escritorio predeterminado del sistema operativo. Prácticamente, la única diferencia con un sistema normal, es el icono que nos permite iniciar la instalación.
No obstante, como nuestro objetivo de hoy es acceder a los datos que ya existen en el disco, comenzamos haciendo clic sobre el icono Archivos que encontramos en el Dash.
Así obtenemos la ventana del Explorador de archivos que, como de costumbre, se encuentra dividida en dos paneles: a la izquierda, las diferentes ubicaciones del sistema de archivos y , a la derecha, el contenido de la ubicación elegida.
En cualquier caso, las ubicaciones mostradas harán referencia al árbol de directorios temporal, creado por el sistema operativo en modo Live.
Para obtener el contenido del disco local, comenzamos haciendo clc sobre el elemento Otras ubicaciones.
Esto hace que cambie el contenido del panel derecho, para mostrarnos todos los volúmenes encontrados en el equipo. Incluso un enlace para buscar unidades compartidas en red mediante el protocolo smb/cifs.
Entre los volúmenes mostrados, observamos que ya aparece el volumen LVM cifrado que nos interesa.
Como es lógico, para poder descifrarlo, el sistema necesita la clave clave de cifrado que usamos para crearlo (en nuestro caso, durante la instalación del sistema original). De nuevo, te recomiendo consultar el artículo Instalar Ubuntu 22.04 LTS (Jammy Jellyfish) en un disco cifrado, si lo consideras necesario.
Después de esto, la ventana del navegador se actualiza y desaparece la palabra Encrypted que había junto al volumen.
Ahora, basta con desplazarnos por el árbol de directorios para acceder a los datos que nos interesen.
Y una vez localizados, podremos copiarlos a un disco externo o a cualquier otra ubicación disponible.
Incluso tendremos permisos para modificar el contenido de los archivos o eliminarlos, si es lo que necesitamos.
Creo que, con esto, hemos completado el objetivo del artículo, que consistía básicamente en que le pierdas el miedo a utilizar volúmenes LVM en tus instalaciones.
En todo caso, si los datos son realmente importantes, no olvides tener siempre copias de seguridad.
Espero que te resulte útil.