Instalar Ubuntu 15.04, Vivid Vervet, paso a paso (válido para 14.04 LTS)
Hoy estrenamos versión de Ubuntu. Concretamente la 15.04, apodada Vivid Vervet por los chicos de Canonical. Y como es un día un poco especial, vamos a celebrarlo mostrándote, paso a paso, cómo puedes disfrutar de ella en tu equipo, o en una máquina virtual.
Si, ya sé que desde hace algunas ediciones, Ubuntu apenas cambia el modo en que realiza sus instalaciones. De hecho, la explicación de hoy es perfectamente aplicable a las versiones 14.04 LTS y 14.10. Sin embargo, creo que, para los recién llegados a este mundillo de GNU/Linux, siempre es reconfortante encontrar una mano que los guíe.
Como cabe esperar, el primer paso consistirá en ir hasta la página de descarga (http://releases.ubuntu.com/15.04/) y hacer clic sobre el enlace correspondiente según la arquitectura de tu equipo
Una vez descargado el archivo ISO, deberás grabarlo en un DVD o seguir las indicaciones de nuestro artículo Crear USB de instalación con UNetBootin, para instalar desde un dispositivo de memoria flash.
Finalmente, antes de comenzar la instalación, debemos acordarnos de comprobar si, en la BIOS, la secuencia de arranque indica que éste se intente primero desde la memoria USB o la unidad óptica que usaremos para instalar.
Si tu ordenador es relativamente moderno, probablemente también tendrás la opción de pulsar una tecla en los primeros instantes del arranque para que te ofrezca un menú con todas las unidades de almacenamiento desde las que puedes arrancar el sistema. En ese caso, no habría que configurar la BIOS, sólo elegir en este menú la unidad donde has grabado la ISO.
En cualquier caso, poco después de arrancar el ordenador, te encontrarás con una pantalla como la siguiente.
En ella, podemos elegir nuestro idioma a la izquierda. Además, a la derecha encontramos dos opciones: Probar Ubuntu e Instalar Ubuntu.
Si es la primera vez usas Ubuntu, la primera opción te permite hacerte una idea de lo que encontrarás tras la instalación, pero sin alterar tu disco duro. Además, mientras realizas la instalación podrás navegar, escuchar música y muchas otras cosas.
En el siguiente paso, el asistente comprueba que el ordenador cumple los requisitos mínimos para la instalación:
- Que disponemos del espacio mínimo necesario en el disco duro (6,6 GB)
- Que tenemos conexión a Internet
Además, debemos indicar si queremos descargar e instalar las últimas actualizaciones mientras instalamos (algo muy recomendable). Así, al terminar, tendremos la última versión de todos los paquetes que componen la instalación.
Incluso podemos indicar si debe instalarse software de terceros que nos permita reproducir Flash, MP3 y otros archivos. Al activarlo, nuestra instalación dejará de ser libre, pero tendremos menos problemas al reproducir contenidos multimedia.
Si estamos usando un portátil, también comprobará si estamos conectados a la red eléctrica.
En el siguiente paso, deberemos indicar cómo se almacena la instalación del sistema en nuestro disco duro. En el artículo de hoy, estamos suponiendo que la instalación se realiza sobre un disco nuevo, en el que aún no tenemos instalado ningún sistema operativo. Dejaremos para otro momento el modo en el que instalar Ubuntu en un disco en el que ya se encuentre otro sistema operativo de modo que comparta el espacio con él.
La opción más cómoda sería elegir Borrar disco e instalar Ubuntu. Si lo hacemos, se eliminará cualquier contenido previo del disco y se instalará Ubuntu ocupando todo el disco. Se crearán las siguientes particiones de forma automática:
- Partición raíz (/): Donde se guardan todos los archivos y directorios, tanto del sistema operativo como de los usuarios que tengan cuenta en nuestro equipo.
- Partición de intercambio (swap): Donde se guardan los fragmentos de memoria RAM que el gestor de memoria virtual necesite descargar a disco. También se utiliza para guardar todo el contenido de la memoria RAM cuando hibernamos el sistema. El tamaño de esta partición será, como mínimo, equivalente al de la memoria RAM del equipo.
Como cabe esperar para la partición raíz se utilizará todo el espacio disponible, menos el asignado a la partición de intercambio.
Aunque esta primera opción es la más sencilla, es mucho más interesante que hagamos las particiones nosotros mismos. Así, podremos estableces cuántas particiones se crean, con qué tamaños y qué sistemas de archivos implementarán.
Así pues, en nuestro caso elegiremos Mas opciones.
Si el disco ya tiene particiones previas, puedes eliminarlas haciendo clic sobre ellas y, a continuación, sobre el botón ‘-‘ que hay debajo de la lista de particiones. Repite el proceso hasta que la ventana del asistente tenga el aspecto de la imagen siguiente.
Como en este ejemplo estamos partiendo de un disco nuevo, su estructura ya está completamente vacía. Sólo tenemos que comenzar a crearla.
Al hacerlo, aparece un aviso que nos informa de que, al realizar la operación, desaparecerá cualquier información previa que tuviese el disco.
Es importante tener en cuenta que, todos los cambios que realicemos en esta ventana son temporales y sólo se harán definitivos cuando hagamos clic sobre el botón Instalar ahora. Por eso, la ventana nos informa de que podremos deshacer esta operación más adelante, si lo creemos necesario.
La ventaja de tener una partición independiente para /home es que podremos actualizar o cambiar la distribución de GNU/Linux sin preocuparnos de los datos. Están en una partición diferente a la del sistema.
A partir de aquí. comenzaremos a crear las particiones que configuren nuestra instalación. Lo normal, en una instalación de escritorio es hacer tres particiones:
- Partición raíz (/): Para los archivos y carpetas del sistema operativo y de las aplicaciones que vayamos instalando.
- Partición home (/home): Para los archivos y carpetas de los usuarios que tengan cuenta en nuestro equipo.
- Partición de intercambio (swap): Como hemos dicho más arriba, es la memoria que utiliza el gestor de memoria virtual para realizar su trabajo. También es el lugar donde se guarda el contenido de toda la memoria RAM cuando hibernamos el sistema. Ten en cuenta que, el tamaño de esta partición será, como mínimo, equivalente al de la memoria RAM del equipo.
Esto hará que se muestre la ventana Crear partición. Aquí estableceremos los valores que definan la primera partición. En nuestro caso, comenzaremos por el área de intercambio (swap):
- Tamaño: En este aspecto ha existido tradicionalmente bastante controversia. Como hemos dicho más arriba, su tamaño debe ser, como mínimo, el de la memoria RAM. Sin embargo, cuando la cantidad de memoria RAM no supera los 4GB, la mayoría de los expertos se inclinan por establecer un tamaño equivalente al doble de la memoria RAM.
Dado que nosotros disponemos sólo de 2GB de RAM, estableceremos un tamaño de 4GB (4096 MB) para el área de intercambio.
- Tipo de la nueva partición: El área de intercambio puede alojarse indistintamente en una partición primaria o lógica. Aquí nos decantaremos por una primaria.
- Ubicación de la partición: Aquí indicamos si preferimos que la nueva partición se ubique al principio del espacio disponible o al final. Podemos pensar que no es una decisión trascendental, aunque también existe cierta controversia sobre este aspecto (existen diferencias en el tiempo de acceso a la parte más próxima al eje y a la zona más alejada)
Para nuestro ejemplo, nos inclinaremos por situarla al principio del espacio libre.
- Utilizar como: Elegimos área de intercambio.
Cuando volvamos a la página principal del asistente, volvemos a hacer clic sobre el botón ‘+’ para crear la siguiente partición.
Ahora será el turno de la partición raíz, para la que incluiremos los siguientes valores:
- Tamaño: Como dijimos al principio, Ubuntu necesita para instalarse un mínimo de 6,6 GB de espacio libre en el disco duro. Para este ejemplo, como no dispongo de un disco muy grande, asignaré 15000 MB (algo menos de 15GB), que debe ser suficiente para la mayoría de los usos.
- Tipo de la nueva partición: la partición raíz (/) puede ir en una partición primaria o lógica. En este ejemplo hemos elegido crear una lógica. Así nos reservamos particiones primarias por si las necesitamos en el futuro.
- Ubicación de la partición: Como antes, la situaremos al principio del espacio que aún nos queda.
- Utilizar como: Aquí elegimos el sistema de archivos que se aplicará a la partición. Nos decantamos por Sistema de ficheros ext4 transaccional, que es el que se utiliza habitualmente en Ubuntu.
- Punto de montaje: Aquí debemos indicar la parte del árbol de directorios que vamos a montar en esta partición. Como es la partición raíz, debemos indicar ‘/ ‘.
Cuando volvamos de nuevo a la página principal del asistente, tendremos creadas dos de las tres particiones que necesitamos. volvemos a hacer clic sobre el botón ‘+’ para crear la última.
Ahora será el turno de la partición home (/home), para la que incluiremos los siguientes valores:
- Tamaño: Como ya es la última partición, podemos asignarle todo el espacio disponible (que será el valor predeterminado).
- Tipo de la nueva partición: Como antes, podemos elegir indistintamente una partición primaria o lógica. También ahora nos inclinamos por crear una lógica.
- Ubicación de la partición: De nuevo la situaremos al principio del espacio que nos queda. Aunque, como estamos asignando todo el espacio disponible, lo que elijamos aquí es indiferente.
- Utilizar como: Otra vez indicaremos Sistema de ficheros ext4 transaccional.
- Punto de montaje: Indicamos la parte del árbol de directorios que vamos a montar en esta partición. En este caso, ‘/home ‘.
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Una vez completados los datos de la última partición, volvemos a hacer clic sobre el botón Aceptar.
Al terminar la creación de las particiones, el asistente tendrá un aspecto parecido al que muestra la imagen siguiente. Te recomiendo que lo analices detenidamente antes de continuar, para estar seguro de que refleja exactamente lo que pretendías. Si no es así, realiza ahora todos los cambios necesarios
Con esto, habremos superado la parte más complicada del trabajo. No obstante, antes de proceder con los cambios, el sistema nos muestra una ventana informativa donde se detalla lo que va a hacer y nos pide autorización para proceder.
El motivo es que, en realidad, aún no hemos realizado ningún cambio físico en el disco. Sólo hemos diseñado los cambios que se aplicarán. Eso significa que si ahora hacemos clic en Volver, podremos incluso anular la instalación y no le habrá sucedido nada a nuestro disco duro.
Desde hace ya varias ediciones, el proceso de instalación de Ubuntu incorpora una característica curiosa: una vez terminado el trabajo de particionado y formateado de la unidad, comienza automáticamente a copiar archivos y a instalar el sistema mientras que nosotros vamos facilitando los datos de configuración. De esta forma el asistente de instalación nos ahorra algo de tiempo en el proceso.
En cualquier caso, la siguiente pantalla que vemos trata de configurar la zona horaria, para lo que nos pide que indiquemos dónde nos encontramos (aunque el valor predeterminado que aparece suele ser bastante preciso).
Para modificar el valor predeterminado, bastaría con hacer clic sobre la zona del mapa adecuada. Así, podemos instalar un sistema en España y utilizarlo después en cualquier otro lugar del planeta.
Igual pasa en el siguiente paso con la distribución del teclado: El asistente nos sugiere una configuración (que suele ser correcta) y nosotros podemos cambiarla según nuestras necesidades.
A continuación, tendremos que definir los datos de la cuenta de usuario predeterminada y la información que permitirá identificar al equipo en la red. En particular, para este ejemplo, usaremos los siguientes valores:
- Su nombre: Será tu nombre real (puedes usar letras mayúsculas, minúsculas, espacios en blanco, etc.).
- Nombre de su equipo: Es el nombre del ordenador. Sobre todo es útil para identificarlo desde otros equipos de la misma red local.
- Introduzca un nombre de usuario: Este es el nombre de la cuenta predeterminada. Debe comenzar por una letra minúscula y el resto de los caracteres podrán ser minúsculas, números y los caracteres guión bajo (_), punto (.) y coma (,) en cualquier orden.
- Introduzca una contraseña: Será la contraseña de la cuenta anterior. Para formarla, Ubuntu recomienda que usemos un mínimo de 8 caracteres, que pueden ser letras (mayúsculas y minúsculas) números y signos de puntuación.
El asistente nos informa de la robustez de la contraseña que hayamos escrito.
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Si la carpeta principal de un usuario no está cifrada, bastará con arrancar el ordenador desde un dispositivo externo para que cualquiera pueda acceder a los datos que contiene.
Confirme su contraseña: Repetiremos la contraseña anterior, de esta forma, el asistente se asegura de que no hemos cometido un error tipográfico al escribirla la primera vez (algo que podría impedirnos iniciar sesión al completar la instalación). No podremos continuar mientras ambas versiones no coincidan.
Más abajo, podremos indicar si la sesión debe iniciarse automáticamente (algo muy útil cuando no tenemos restricciones de seguridad) o se debe pedir siempre la contraseña
También tendremos la opción de cifrar la carpeta del usuario para poner sus datos a salvo de miradas indiscretas.
Con esto, habrá terminado nuestra labor.
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Mientras tanto, la pantalla irá cambiando cada cierto tiempo, explicándonos las bondades de nuestro sistema operativo.
Cuando termine la instalación, aparecerá un mensaje de aviso. Ya sólo tendremos que reiniciar el equipo para comenzar a disfrutar de nuestro flamante Ubuntu 15.04 Vivid Vervet.
One more thing…
No es la primera vez que te enseñamos a instalar un sistema operativo paso a paso. Si te interesa, puedes echar un vistazo a los siguientes artículos:
Además, siempre que hablamos de instalación de sistemas puede resultarte útil consultar cómo Crear USB de instalación con UNetBootin.