Comprimir archivos en Ubuntu 14.04 LTS
A diferencia de lo que ocurre en Windows 8.1, en Ubuntu no existe, de forma predeterminada, la posibilidad de tratar un archivo comprimido como si se tratara de una carpeta, de modo que su manejo sea completamente transparente para el usuario. Sin embargo, si que incluye por defecto la capacidad de crear nuevos archivos comprimidos, descomprimirlos, añadirles contenido e incluso protegerlos con contraseña.
Para mostrarte lo fácil que resulta, partiremos de una carpeta que contiene una serie de archivos y veremos cómo podemos crear un nuevo archivo que contenga una copia comprimida de ellos.
Para comprimir todo el contenido de la carpeta, o sólo algunos de sus archivos, sólo tenemos seleccionarlos y hacer clic sobre ellos con el botón derecho del ratón.
Al hacerlo, aparece una ventana con el título Comprimir. En ella, encontramos varias cosas:
- Un nombre para el archivo: De forma predeterminada aparece el nombre de la carpeta que contiene a los archivos elegidos.
- Un tipo de archivo comprimido: De forma predeterminada será .tar.gz.
- Una ubicación: Cuyo valor predeterminado será la propia carpeta donde se encuentran los archivos.
Además, desplegando el elemento Otras opciones, veremos que aparecen tres características más:
- Una contraseña para proteger el contenido del archivo comprimido que va a crearse.
- La opción de cifrar la lista de los archivos para que alguien que haga doble clic sobre el archivo comprimido no pueda ver el nombre de los archivos que contiene mientras no escriba la contraseña.
- La opción de dividir el archivo comprimido en varias partes para facilitar su transferencia a otras personas.
Estas últimas opciones aparecen deshabilitadas porque no están soportadas por el formato .tar.gz, que es el formato predeterminado.
Para nuestro ejemplo, crearemos el archivo comprimido en formato .zip.
Además, cambiaremos la ubicación predeterminada.
Y cambiaremos el nombre predeterminado del archivo.
Al hacerlo, comprobamos que el archivo aparece en el escritorio.
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Además, aparece un aviso que nos informa de que el archivo se ha creado correctamente, y nos da la oportunidad de abrirlo.
Tanto si lo abrimos en ese momento, como si lo hacemos más tarde haciendo doble clic sobre el archivo, obtendremos una ventana que tiene por título el propio nombre del archivo comprimido.
Comprobaremos que en su interior se encuentran los archivos que habíamos comprimido. Además, disponemos de diferentes herramientas, entre las que se encuentra la posibilidad de Extraer los archivos comprimidos o Añadir archivos nuevos al contenido actual.
También podemos extraer un archivo sólo con arrastrarlo fuera de la ventana o añadir un nuevo archivo arrastrándolo dentro de la ventana.
Cuando añadimos un nuevo archivo, éste no desaparece de su ubicación original. Del mismo modo, al extraerlo, tampoco se elimina del archivo comprimido.
Espero que el artículo de hoy te haya resultado interesante.
One more thing…
Recuerda que ya hemos publicado un artículo sobre cómo Comprimir archivos en Windows 8.1.