12.3. Usar Samba como cliente en un grupo de trabajo
La parte de Samba que actúa como cliente viene pre-instalada en Ubuntu. El resto de sus componentes están incluidos en sus repositorios oficiales.
Las versiones recientes de Ubuntu vienen preparadas para actuar como clientes en grupos de trabajo de Microsoft. En la práctica, esto significa que no tendremos que hacer casi nada para utilizar los archivos o carpetas que se estén compartiendo en un ordenador con Windows, siempre que éste se encuentre en nuestra misma red local.
En realidad, el único contratiempo que podemos tener es que los ordenadores Windows donde se encuentren alojados los archivos no pertenezcan al grupo de trabajo predeterminado. El grupo de trabajo predeterminado en las redes Microsoft se llama WORKGROUP y, lógicamente, este es el grupo que utiliza por defecto también Ubuntu.
Cambiar el grupo de trabajo predeterminado
El archivo smb.conf contiene los parámetros de configuración de Samba.
Para cambiar el grupo de trabajo, sólo debemos sustituir el nombre predeterminado (WORKGROUP) por el nuevo en el archivo de configuración smb.conf.
El archivo smb.conf está formado por texto plano, por lo que podremos modificarlo con cualquier editor de textos (por ejemplo, gedit). Sin embargo, para poder guardar los cambios, necesitaremos que el editor se esté ejecutando con privilegios de administración.
Probablemente la forma más sencilla de conseguirlo es abrir una ventana de terminal y escribir una orden como esta:
sudo gedit /etc/samba/smb.conf
Cuando se abra la ventana del editor, localizaremos la línea que contiene el nombre del grupo de trabajo.
Una vez localizada, sustituimos el nombre predeterminado del grupo de trabajo por el que se está usando en nuestra red local.
Cuando hayamos realizado el cambio, podemos abandonar el editor…
Algunos detalles más sobre el archivo smb.conf
Como hemos dicho antes, el archivo smb.conf contiene la información de configuración que necesita Samba para funcionar. Antes de la versión 4, se encontraba en la ruta /etc/samba/, pero a partir de ésta, se ha movido a /usr/local/samba/etc/.
Según las necesidades de nuestra instalación el archivo smb.conf puede constar sólo de unas cuantas líneas o puede ser tremendamente complejo. Sin embargo, siempre tiene una estructura similar.
La forma en la que smb.conf organiza la información es mediante secciones, siendo estas las tres más importantes:
- [global]: Contiene las opciones de configuración globales de Samba.
- [homes]: Permite compartir la Carpeta personal de los usuarios, indicando además los permisos que se aplicarán.
- [printers]: Permite definir las impresoras que se comparten y los permisos que se tendrán sobre ellas.
Además, deberemos tener una sección por cada recurso compartido. Por ejemplo, para compartir la unidad óptica del equipo con otros usuarios de la red, deberemos disponer de una sección parecida a esta:
[cdrom] path = /cdrom read only = yes
Samba no distingue entre mayúsculas y minúsculas, ni en los nombres de sección, ni en los parámetros, ni en sus valores.
Como podemos apreciar, bajo el nombre de la sección aparecen diferentes parámetros que indican los valores de configuración del recurso compartido. Lógicamente, los parámetros incluidos y sus valores dependerán de la configuración que estemos especificando.
Si un mismo parámetro aparece en la sección global (que se aplicará a todos los recursos) y en una sección en particular, y sus valores son diferentes, en dicha sección predominará el valor propio sobre el global.
Además de los parámetros, en Samba disponemos de un amplio conjunto de variables que podemos utilizar como parte del valor de un parámetro y que determinan diferentes aspectos del sistema. Cada variable comienza por un carácter % seguido de una sola letra.
Por ejemplo, la variable %a representa la arquitectura del equipo cliente. Algunos posibles valores de la variable %a son: WinXP, Win2K3, Samba, etc. Así, podemos usar la variable %a para compartir una subcarpeta única para cada tipo de cliente. La sección del recurso compartido podría tener un aspecto parecido a este:
[datos] path = /home/datos/%a writeable= true
En cualquier caso, debemos indicar que el objetivo de este documento no es enumerar todos los parámetros y sus posibles valores, ni todas las variables disponibles en Samba. En su lugar, iremos explicando los que vayamos utilizando, a medida que sean necesarios. Se recomienda una consulta del manual oficial para obtener una información más completa de este aspecto, cuando se estime necesario.
Además de todo lo dicho anteriormente, en el documento smb.conf podemos incluir comentarios que nos ayuden a documentar la configuración que estamos realizando. Para lograrlo, sólo tenemos que comenzar la línea con una almohadilla (#) o un punto y coma (;). Los comentarios también se utilizan habitualmente para anular algún parámetro sin tener que borrarlo (de esta forma, lo podremos recuperar más tarde sólo con quitar el comentario).
Comprobar que el archivo smb.conf es correcto
Cuando hagamos cambios, de forma manual, sobre el archivo smb.conf, es muy recomendable que nos aseguremos de no haber cometido ningún error que lo haga sintácticamente incorrecto. Para asegurarnos, usaremos el comando testparm.
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Salida del comando testparm. Cuando pulsemos la tecla Intro, aparecerá además el contenido completo del archivo.
Como se puede suponer, este comando sólo comprueba la sintaxis del archivo. Su corrección, desde el punto de vista lógico, sólo dependerá de nosotros.
Ahora que conoces un poco más sobre la estructura del archivo smb.conf, es fundamental que apliques una regla de precaución básica:
Realizar una copia de seguridad del archivo en una ubicación diferente antes de realizar cambios. De esta forma, siempre podrás recuperar la versión anterior si las cosas no funcionan como esperabas.
Acceder a datos compartidos en el grupo de trabajo
El paso anterior sólo es necesario cuando no se utiliza el nombre predeterminado en el grupo de trabajo.
Como hemos dicho al principio, las últimas versiones de escritorio de Ubuntu vienen pre-configuradas para acceder a los datos compartidos en la red por equipos Windows.
Por este motivo, el proceso es tremendamente sencillo. No obstante, a continuación vamos a mostrarlo con detalle.
Inmediatamente, aparecerá una ventana con su contenido.
La ventana cambiará para mostrarnos los ordenadores que se encuentran actualmente conectados a nuestra red. También aparece una carpeta con el nombre Red de Windows, que nos permitirá realizar una nueva exploración si no apareciese alguno de los equipos que esperamos encontrar.
Si no viésemos ninguno de los equipos de la red, deberíamos revisar la configuración del adaptador de red, para asegurarnos de que tenemos conectividad.
Veremos que la ventana cambia para mostrarnos los elementos contenidos en EQUIPO-01.
Aquí probablemente esperabas encontrar sólo la carpeta pública compartida por el ordenador EQUIPO-01. Sin embargo, la familia de sistemas operativos derivados de Windows NT crean carpetas compartidas para usos administrativos. De esta forma, un administrador tendrá acceso a todos los volúmenes de los ordenadores conectados a la red.
Además, en cada ordenador de la red se crea una carpeta especial, llamada ADMIN$, que permite el acceso directo al directorio en el que se encuentra instalado Windows.
Si queremos que un recurso compartido permanezca oculto, aunque no sea para usos administrativos, sólo tenemos que acabar su nombre con un carácter $
Lógicamente, este tipo de recursos compartidos sólo pueden accederse mediante una cuenta de usuario que disponga de privilegios administrativos.
El carácter $ que se añade al final de estos recursos es para que los ordenadores con sistemas operativos Windows los mantengan ocultos. La intención es que sólo accedan a ellos los usuarios que conocen sus nombres.
En este caso, está claro que Ubuntu no está siguiendo el comportamiento estándar de Windows, porque nos está mostrando todos los recursos compartidos.
Si quieres comprobar lo dicho anteriormente, sólo tienes que hacer doble clic sobre el elemento que representa la unidad C de EQUIPO-01…
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… Como cabe esperar, el sistema nos pedirá las credenciales de una cuenta de usuario con privilegios sobre el recurso.
De esta forma, si no conocemos la contraseña adecuada, la única carpeta que realmente tendremos disponible es la pública que, en este caso, aparece bajo el nombre Users.
En su interior, tendremos todos los recursos compartidos, clasificados en diferentes carpetas.
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Para acceder, por ejemplo, a las imágenes compartidas, hacemos doble clic sobre el icono Pictures.
Dentro, veremos una subcarpeta con las imágenes de muestra que incorpora Windows de forma predeterminada.
Como puedes ver, en el caso más sencillo, acceder a los datos compartidos por ordenadores Windows en un grupo de trabajo puede consistir, sencillamente, en saber dónde buscar.