Crear una tarjeta microSD con Raspbian para la Raspberry Pi
Ya hemos publicado distintos artículos sobre Raspberry Pi en 
SomeBooks.es, Sin embargo, aún no habíamos explicado cómo instalar su sistema operativo de referencia. Como es lógico, me refiero a Raspbian.
Como probablemente sepas, Raspbian es software libre, se basa en Debian y está adaptado al hardware de la Raspberry Pi, lo que significa que obtendrá el mayor rendimiento posible. Además, incorpora un buen conjunto de software preinstalado, que pueden convertir este pequeño dispositivo en una herramienta versátil y ponente.
Hoy nos vamos a centrar en dos tareas concretas:
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Descargar el archivo de imagen en tu ordenador.
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Volcar esa imagen a una tarjeta microSD.
Y será en un próximo artículo donde aprenderemos a realizar el primer inicio desde esa tarjeta microSD y establecer una configuración inicial del sistema operativo Raspbian.
En nuestro artículo de hoy usaremos un ordenador con Ubuntu para crear la tarjeta microSD. Si tu prefieres Windows, puedes usar como referencia nuestro artículo Crear una imagen de instalación de Ubuntu Mate para Raspberry Pi desde Windows 10.
También puedes consultar todos los artículos sobre Raspberry Pi, publicados en SomeBooks.es, haciendo clic sobre este enlace.
Descargar el archivo de imagen en tu ordenador
Para obtener Raspbian puedes recurrir al área de descargas de la página oficial de Raspberry Pi ( https://www.raspberrypi.org/downloads/).
Encontrarás dos opciones de descarga:
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NOOBS (son las siglas de New Out Of the Box Software): Se trata de un instalador sencillo que incluye Raspbian y LibreELEC y está orientado a principiantes.
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Raspbian: Un archivo de imagen que debe volcarse sobre una tarjeta microSD.
Aquí nos decantaremos por la segunda opción.
Hacemos clic sobre la imagen de la derecha
Al hacerlo, obtenemos una nueva página con diferentes opciones de descarga. Podrás elegir entre la imagen con el sistema operativo básico, la que incorpora software complementario o una configuración ligera. También podremos elegir entre realizar una descarga directa o utilizar un cliente Torrent.
Nosotros aquí nos inclinaremos por una descarga directa del sistema que incluye el software recomendado.
Hacemos clic sobre la opción elegida.
A partir de aquí, se iniciará el proceso de descarga.
En el caso de que estés usando el navegador Mozilla Firefox, aparecerá una ventana que nos pregunta qué hacer con el archivo una vez descargado. Si este no es tu caso, deberás esperar a que se complete la descarga y, después, abrir el archivo desde la ubicación donde se almacenen habitualmente tus descargas.
En mi caso, elijo que se abra con el gestor de archivadores
Cuando se complete la descarga, se abrirá automáticamente File Roller.
Para descomprimir el archivo, lo seleccionamos y hacemos clic sobre el botón Extraer.
Al hacerlo, el programa nos pide la ruta donde queremos obtener el archivo descomprimido. De forma predeterminada nos ofrece la misma ubicación del archivo comprimido.
Nos limitamos a hacer clic sobre el botón Extraer.
A continuación, aparecerá una nueva ventana, con una barra de progreso que nos informa sobre el avance de la tarea de descompresión.
Solo tenemos que esperar un instante.
Cuando acabe, aparecerá una nueva ventana, que nos permite elegir entre cerrar la ventana y no hacer nada más o abrir el explorador de archivos con el contenido de la carpeta donde hemos realizado la descompresión.
Para este ejemplo, haremos clic sobre el botón Mostrar los archivos.
Al hacerlo, obtenemos la ventana de explorador de archivos.
Para abrir el archivo de imagen, sólo tenemos que hacer doble clic sobre él… Aunque en ese caso, la imagen se montará como un dispositivo externo.
Recuperar el contenido de la imagen sobre una tarjeta microSD
Para utilizar la imagen que hemos descargado, deberemos recuperarla sobre una tarjeta microSD y después insertarla en la Raspberry Pi.
Como es lógico, antes de continuar debemos disponer de una tarjeta microSD con una capacidad de, al menos, 8GB (si es mayor, podremos ampliar más adelante el sistema de archivos para aprovecharlo). Además, la tarjeta debe ser de Clase 6 o 10, para no convertirse en un cuello de botella.
Una microSD puede ser de clase 2, 4, 6 ó 10. Este número indica la velocidad de transferencia mínima de la tarjeta, medida en MB/s.
Por lo tanto, una tarjeta microSD de clase 10, será capaz de transmitir, como mínimo, 10 MB/s.
Una forma sencilla de llevar a cabo nuestro cometido consiste en hacer clic, con el botón derecho del ratón, sobre el archivo de imagen…
Y en el menú de contexto que aparece, elegir la opción Abrir con otra aplicación.
Al hacerlo, el sistema nos muestra las aplicaciones disponibles para abrir este tipo de archivo.
Nosotros seleccionamos la opción Grabador de imágenes de disco.
Al hacerlo, aparecerá un cuadro de diálogo donde podemos confirmar el nombre completo de la imagen que vamos a grabar, incluida la ruta donde se encuentra y su tamaño.
Debajo, aparece una lista desplegable donde debemos elegir la unidad de almacenamiento sobre la que vamos a grabar (la tarjeta microSD).
Desplegamos la lista.
… Y elegimos el dispositivo adecuado.
Al hacerlo, puede que te aparezca un mensaje avisando de que la imagen no coincide con el tamaño de la tarjeta. De hecho, la imagen ocupará 6,8 GB y la tarjeta tiene casi 10 veces ese tamaño.
Si te ocurre lo mismo, no te preocupes, una vez terminada la instalación, podrás cambiar el tamaño del volumen para aprovechar todo el espacio disponible.
De momento, hacemos clic sobre el botón Iniciar la restauración…
Como se trata de un proceso que puede ocasionar la pérdida de datos (los que pudiese haber previamente en la tarjeta), el sistema nos avisa.
En nuestro caso, sabemos que no hay datos valiosos, por lo que nos limitamos a hacer clic sobre el botón Restaurar.
Dado que vamos a realizar una tarea administrativa, también deberemos escribir la contraseña de administración.
… Y cuando hayamos acabado, pulsamos la tecla Intgro o hacemos clic sobre el botón Autenticar.
Veremos que el cuadro de diálogo desaparece y que, en la parte superior de la ventana principal, se muestra una barra de progreso que nos va informando sobre el avance de la tarea. También realiza una estimación de tiempo para que valores si puedes hacer otra cosa mientras esperas.
Aguardamos unos minutos mientras se completa la tarea.
Al final, comprobarás que se han creado dos nuevas particiones:
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La primera, de 268 MB, etiquetada como boot, contendrá el arranque básico desde el que se iniciará la instalación del sistema durante el primer arranque.
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La segunda, de 6,5GB, etiquetada como rootfs, será la que contenga al sistema operativo una vez completada su instalación y configuración.
Por último, verás el espacio libre de 55GB que mencionábamos más arriba.
Comprobamos que la configuración es correcta.
Llegados a este punto, sólo queda desmontar la unidad y extraerla del equipo.
Para lograrlo, basta con hacer clic sobre el botón Expulsar este disco.
Y con esto terminamos el artículo de hoy. Espero que te haya resultado útil.
