Capítulo 3: Componentes software. El sistema operativo

Publicado por P. Ruiz en

Elaboración de la documentación sobre la instalación e incidencias

Uno de los aspectos que más se descuidan cuando se procede a instalar un sistema operativo es la documentación del proceso. Sin embargo, debemos pensar que un sistema operativo es algo vivo que irá creciendo y adaptándose a las necesidades que deba satisfacer. En otras palabras: la instalación no es algo que haremos una vez y de lo que nos podemos olvidar, sino que realizaremos diferentes modificaciones a lo largo del tiempo.

De lo dicho anteriormente, se puede deducir que, cuanto mas precisa sea la documentación que generemos, menos problemas tendremos para retomar el trabajo de instalación o configuración un tiempo después de haberlo dado por concluido.

En este sentido, una de las primeras cuestiones a las que debemos enfrentarnos es a la nomenclatura. Es buena idea asignar a cada equipo de la red un identificativo único. Como ya dijimos, este nombre puede estar relacionado, por ejemplo, con la función que realiza, su ubicación dentro de la empresa, área en la que se emplea, etc. El objetivo es poder referirnos a cada elemento de la red de una forma abreviada y cómoda. Por ejemplo, un equipo podría tener asignado un identificador como EQ01-CONTA (Ordenador nº 1 del departamento de Contabilidad).

La idea es disponer de un documento con el perfil de la instalación para cada uno de los equipos incluidos en la infraestructura (independientemente del papel que ocupen en ella).

En este sentido, cada uno de estos documentos debería tener, además del identificador, los siguientes datos:

    • Datos de hardware: Deberán describir, de una forma precisa, las características del ordenador que estamos definiendo. Incluirá su ubicación, el tipo de procesador que incorpora, el tipo y cantidad de memoria, su disco duro, su tarjeta de red, tarjeta gráfica, etc.También debemos dejar constancia de los dispositivos conectados al ordenador, como impresoras, faxes, escáneres, etc.

    • Datos sobre las impresoras de red que estarán accesibles desde el equipo. Al menos deberemos contemplar su dirección IP, su nombre y su ubicación física.

    • La descripción del sistema operativo instalado. Debe ser lo más detallada posible y, como mínimo, incluirá su nombre y versión, la fecha y la hora de instalación, el usuario que actúa como administrador y su contraseña, las licencias instaladas, etc.Product Key Cuando instalamos sistemas operativos privativos, como es el caso de Windows, un dato que no siempre se incluye en la documentación, pero que es muy importante para futuras operaciones de actualización es la clave de producto (Product Key, en inglés). Se trata de la secuencia de números y letras, normalmente organizadas en grupos y separadas por guiones, que suele venir adherida al embalaje del medio de almacenamiento en el que se distribuye el producto.

    • Parches y actualizaciones que se hayan instalado: Anotaremos el nombre de cada parche o actualización que instalemos en el sistema operativo, con la fecha de la instalación y una descripción de su objetivo.

    • Si instalamos cualquier programa complementario, como antivirus, cortafuegos, programa de cifrado, etc., deberemos dejar constancia de ello, indicando el nombre del programa (preferiblemente con la versión), la fecha en la que lo hemos instalado y una descripción.

    • Otro aspecto que será muy importante documentar es la configuración de la red. Es muy frecuente que los ordenadores de escritorio no dispongan de una IP fija, sino que la obtengan de forma automática de un servidor DHCP. Hoy en día, hasta las redes locales más modestas suelen disponer de un servidor de estas características, ya que el propio router que facilita el acceso a Internet suele ser capaz de asumir esta función. Sin embargo, en ocasiones, necesitamos que un ordenador sea fácilmente localizable en la red, por ejemplo, porque comparte un determinado recurso (una impresora, un dispositivo de almacenamiento, etc.). En estos casos, es común asignarle una IP fija. Si es así, procederemos a anotar dicha dirección IP y máscara de subred, así como la puerta de enlace, el servidor DNS que estamos utilizando y, en su caso, el nombre del dominio o grupo de trabajo en el que se integra el equipo.

Con el fin de que la explicación sea más clara, se ha ido fragmentando en diferentes apartados, pero no debemos olvidar que se tratará de un documento único.

Es importante que pensemos en este documento como algo orientativo, que deberá adecuarse a las características de la instalación concreta que se esté realizando, incluyendo o eliminando cualquier dato necesario.

Además, aunque no lo hemos dicho de forma expresa, podría deducirse que hemos hablado de un documento impreso en papel. Sin embargo, sería interesante contemplar la posibilidad de convertirlo en un documento electrónico de forma que, por ejemplo, toda la información de la implementación esté, en realidad, contenida en una base de datos.