Crear una máquina virtual paso a paso con VirtualBox
Ya hemos visto en alguna ocasión cómo crear una máquina virtual para instalar a continuación un nuevo sistema operativo. Sin embargo, hasta ahora no nos habíamos centrado en el proceso mismo de crear una máquina virtual.
El objetivo final de este artículo es que comprendas cada uno de los pasos que damos y las alternativas que tenemos en cada uno de ellos, con el fin de conseguir el resultado más óptimo.
Como es lógico, lo primero será abrir VirtualBox. En Ubuntu, si disponemos de un icono en el Lanzador, haremos clic sobre él. Si no es así, deberemos buscarlo en el Dash. Si utilizas Windows, tendrás que buscarlo en el menú Inicio, como cualquier otro programa.
Que tengamos en Ubuntu, de forma predeterminada, un icono de VirtualBox en el lanzador, dependerá del modo en le que lo hayamos instalado. Puedes consultar el artículo Tres formas diferentes de instalar VirtualBox sobre Ubuntu 16.04.
Al hacerlo, conseguimos que aparezca un asistente que nos guiará durante el proceso de creación de la nueva máquina virtual.
En su primera pantalla deberemos completar tres datos:
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El nombre de la nueva máquina virtual. Este nombre aparecerá después en la lista de máquinas virtuales de la ventana principal de VirtualBox y nos permitirá identificarla. También se utilizará para crear los archivos de la máquina en el equipo anfitrión. Es muy recomendable que se trate de un nombre que nos de información sobre la configuración de la máquina que va a contener. Algo como «Controlador de dominio de Windows Server», aunque, para este ejemplo, nos conformaremos con algo más conciso, como «Windows 10«.
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El tipo de sistema que va a contener. Podremos elegir entre diferentes opciones, como Microsoft Windows, Linux, Solaris, etc. Si queremos instalar un sistema que no aparece en la lista, deberemos elegir Other.
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La versión del sistema operativo que vamos a instalar. Las opciones que nos ofrece esta lista estarán en función de la elección anterior. Por ejemplo, si hemos elegido Microsoft Windows, aquí obtendremos únicamente las versiones de Windows soportadas. Según la elección que hagamos, VirtualBox ajustará sus opciones de virtualización.
A continuación, deberemos elegir el tamaño de memoria que tendrá disponible la máquina virtual cuando esté funcionando. La cantidad de memoria que indiquemos se tomará de la memoria disponible en el sistema anfitrión y se le presentará al sistema invitado como la cantidad de memoria instalada en la máquina virtual.
Cuando el sistema operativo carece de la memoria necesaria, recurrirá a la paginación de memoria a disco y su rendimiento bajará de forma notable.
Como cabe esperar, la cantidad de memoria que indiquemos aquí dejará de estar disponible en el sistema anfitrión mientras la máquina virtual se esté ejecutando. Por lo tanto, deberemos elegir con cuidado este valor, porque debe ser suficiente para que funcione el sistema operativo invitado cuando iniciemos la máquina virtual y también debe quedar memoria suficiente para que el sistema operativo anfitrión siga funcionando. Esto es particularmente delicado si pensamos ejecutar varias máquinas virtuales de forma simultánea.
Podemos fijar el valor adecuado deslizando el indicador o escribiendo la cantidad correspondiente en el cuadro de texto.
Después, llegará el momento de definir un disco duro virtual para la máquina que estamos creando. Existen diferentes formas de realizar esta tarea, pero lo más habitual es utilizar una porción considerable del disco duro físico. Desde el punto de vista del sistema anfitrión, este espacio será administrado como un archivo, mientras que la máquina virtual lo verá como un disco duro completo. Esto nos permitirá, por ejemplo, copiarlo de un anfitrión a otro y utilizarlo en una instalación de VirtualBox diferente.
Las opciones que nos ofrece el asistente son:
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No agregar un disco duro virtual. Si elegimos esta opción, podremos continuar con la creación de la máquina virtual, pero tendremos que definir un disco duro más adelante para poder instalar un nuevo sistema operativo (o elegir alguno que ya exista).
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Crear un disco duro virtual ahora. Se abrirá la ventana de un nuevo asistente que nos guiará en la tarea de crear un nuevo archivo de imagen de disco en la carpeta que contendrá la definición de la nueva máquina virtual en el anfitrión.
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Usar un archivo de disco duro virtual existente. Nos dará acceso a una lista con todos los discos definidos en el sistema para que podamos elegir cualquiera de ellos. También podremos usar el botón adjunto para localizar cualquier archivo de imagen de disco que no esté relacionado en la lista.
Para nuestro ejemplo, nos decantaremos por la segunda opción.
VirtualBox soporta varios formatos diferentes para los archivos que contienen discos duros virtuales:
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VDI (VirtualBox Disk Image). Es el formato propio de VirtualBox
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VHD (Virtual Hard Disk). Es el formato usado por las soluciones de virtualización de Microsoft. Aunque no es un formato propio de VirtualBox, soporta todas sus características.
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VMDK (Virtual Machine Disk). Es un formato utilizado por otras soluciones de virtualización como, por ejemplo, VMWare. Como en el caso anterior, VirtualBox soporta todas sus características.
Independientemente del formato elegido, podemos elegir entre dos opciones relativas al modo de crear la imagen del disco:
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Reservado dinámicamente. Al crear el archivo con la imagen del disco, se reservará únicamente el espacio imprescindible. El resto se reservará según sea necesario.
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Tamaño fijo. El archivo con la imagen del disco ocupará en el sistema anfitrión el mismo tamaño que definamos desde el momento de su creación. Al crearlo, el sistema puede tardar un tiempo considerable, que dependerá de su tamaño y de la velocidad de funcionamiento del disco físico.
El inconveniente de la primera opción es que, cada vez que VirtualBox necesita reservar espacio extra, bajará el rendimiento del sistema. Sin embargo, cuando el tamaño del disco se estabilice, la pérdida de rendimiento será inapreciable.
En nuestro caso, nos decantaremos por la primera opción.
Ya sólo nos quedará establecer un nombre para el archivo que contendrá al disco duro virtual (por defecto, se llamará igual que la propia máquina virtual) y el tamaño máximo que ocupará.
Como en el caso de la memoria, podremos desplazar el indicador o escribir la cantidad en el cuadro de texto, aunque, en este caso, también podremos escribir la unidad de medida.
Ya de vuelta en la ventana principal de VirtualBox, comprobaremos que la nueva máquina virtual aparece en el panel izquierdo de la ventana.
Y hasta aquí el artículo de hoy. Espero que te haya resultado interesante.