Exportar una máquina virtual creada con VirtualBox

Publicado por P. Ruiz en

VirtualBoxtienen la capacidad de importar y exportar máquinas virtuales utilizando un formato estándar llamado Open Virtualization Format (que es conocido con las siglas OVF).

La ventaja de este formato es que está soportado por aplicaciones de virtualización de diferentes desarrolladores. Así, podemos crear máquinas virtuales listas para usar, exportarlas y, posteriormente, importarlas en una instalación diferente de VirtualBox (en un ordenador diferente) o en un software de virtualización distinto.

Windows logoAunque para el artículo de hoy usaremos una instalación de VirtualBox sobre Ubuntu, el proceso explicado será completamente equivalente si el sistema operativo en el que trabajas es Windows.

Cuando exportamos una máquina virtual, estamos empaquetando las imágenes de los discos virtuales y la configuración de la propia máquina. Esto permite distribuirla, o reutilizarla, con un sistema operativo y unas aplicaciones listas para usar, sin que necesitemos volver a repetir ningún tipo de instalación o configuración (excepto la propia importación de la máquina virtual, claro).

VirtualBox ova logoEste tipo de paquetes suelen recibir el nombre de virtual appliances.

En VirtualBox podemos utilizar dos formatos de exportación diferentes:

  • ova (Open Virtualization Format Archive): La exportación se realiza en un único archivo que, en realidad, consisten en una variante de los archivos en formato TAR. Esto significa que podríamos extraer su contenido con cualquier programa de descompresión que entienda dicho formato.

  • ovf (Open Virtualization Format): Se generan varios archivos. Entre ellos, una o varias imágenes de disco en formato WMDK (por el amplio soporte que tiene este formato en diferentes soluciones de virtualización) y una descripción de las características de la máquina en un archivo generado con un dialecto de XML y con extensión ovf. Todos estos archivos deben residir en la misma carpeta cuando volvamos a importarlos en otra instalación de VirtualBox.

El formato de archivo TAR (del inglés, Tape ARchiver) se diseñó originalmente para almacenar archivos en cintas magnéticas. Este almacenamiento se produce secuencialmente, no pudiendo extraer un archivo sin recorrer los anteriores.

Al contrario de lo que suele pensarse, la información no se guarda comprimida.

El uso de este formato se encuentra muy extendido en GNU/Linux y suele combinarse con algún programa de compresión para reducir su tamaño final (como gzip). En estos casos, al nombre del archivo se le añade una abreviatura del formato de compresión utilizado (por ejemplo, archivo.tar.gz) o se utiliza una extensión que resulta de la combinación de ambos programas (por ejemplo, archivo.tgz).

En Windows también existen muchos programas que soportan este formato, como WinRAR o 7-Zip.

Exportar una máquina virtual

Si queremos exportar una de las máquinas que hemos creado en VirtualBox, comenzaremos por hacer clic sobre la opción Archivo de la ventana principal.

En el menú que aparece, elegimos Exportar servicio virtualizado

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Al hacerlo, aparece el asistente Exportar servicio virtualizado. En su primera etapa, aparece una lista con todas las máquinas virtuales que hemos creado hasta este momento en VirtualBox. Debemos tener en cuenta que podemos elegir más de una pero, en cualquier caso, hay que asegurarse de que las máquinas que queramos exportar se encuentren apagadas en este momento.

En nuestro caso, elegimos una de las máquinas y pulsamos la tecla Siguiente.

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En el siguiente paso, deberemos establecer la ruta donde se exportará la máquina, su nombre y su extensión. Como hemos comentado más arriba, según la extensión que utilicemos, se creará uno o varios archivos.

De forma predeterminada, se utiliza la ruta donde se guarden habitualmente los documentos del usuario y el nombre de la máquina virtual que estamos exportando, con extensión ova. Si queremos utilizar una ubicación o un nombre diferente, basta con hacer clic sobre el botón contiguo (elegir nombre o ubicación).

Más abajo, elegiremos el formato de la exportación. De forma predeterminada, el asistente nos ofrece OVF 1.0, que es la versión más difundida. Sin embargo, también podemos elegir la versión 0.9 si tenemos algún problema durante la importación en el software de virtualización de destino.

Por su parte, la versión 2.0 ofrece características avanzadas, como el cifrado de la máquina exportada o una configuración mejorada de las características de red, entre otras. No obstante, esta versión no es compatible con algunas otras soluciones de virtualización.

Por último, podremos marcar la opción Guardar archivo Manifest para que se cree un archivo con la configuración original de la máquina exportada. Esto nos permitirá comprobar más adelante la integridad de la importación.

Después de elegir las opciones adecuadas, hacemos clic sobre el botón Siguiente.

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A continuación, el asistente nos permite añadir la información descriptiva que queramos a la máquina exportada. De forma predeterminada, sólo aparece el nombre de la máquina virtual, pero podemos añadir nuestra URL, nombre, versión, descripción, etc.

Para cambiar cualquier dato, sólo hay que hacer clic en la línea correspondiente.

Cuando estemos listos, hacemos clic sobre el botón Exportar.

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Cuando termine la exportación, bastará con ir hasta la ubicación indicada para ver el archivo que se ha generado. A partir de aquí, podremos copiarlo, subirlo a Internet, compartirlo con alguien, etc., según el uso que pensemos darle.

Resultado de la exportación.

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Y esto es todo por hoy. Espero que te haya resultado interesante.