2.4. El proceso de instalación

Publicado por P. Ruiz en

Tal y como dijimos en el capítulo anterior, antes de realizar la instalación, habremos realizado un proyecto para decidir qué funciones realizará el servidor y cómo se articulará cada elemento de nuestro entorno. Por lo tanto, en estos momentos ya debemos tener claro qué componentes del sistema vamos a necesitar.

Otra cuestión que hemos debido comprobar cuando elaboramos el proyecto es la compatibilidad con las aplicaciones que necesitemos utilizar. Este aspecto es particularmente importante cuando se trata de una actualización. En este sentido, podemos recurrir a la herramienta Microsoft Application Compatibility Toolkit que, a pesar de estar orientada a aplicaciones de red, puede utilizarse también para los fines que nos ocupan (podemos obtener más detalles en http://go.microsoft.com/fwlink/?LinkID=29880).


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En el caso de que estemos afrontando una actualización, también es imprescindible realizar copias de seguridad de los datos (incluidas las configuraciones). También es muy recomendable realizar copia de seguridad del resto de los servidores conectados a la red. La intención es poder recuperar el estado exacto de nuestra instalación en caso de que ocurriera un desastre.

Para hacer las copias podemos recurrir también al servicio “Automated System Recovery”

Una vez que tengamos claros todos los aspectos necesarios, estaremos listos para comenzar la instalación.

Recomendaciones complementarias

Antes de comenzar la instalación de Windows Server 2008, Microsoft recomienda tener en cuenta algunas consideraciones más (casi todas están orientadas a un sistema que vaya a ser actualizado):

  • Deshabilitar el antivirus para evitar, por ejemplo, que escanee cada archivo que se copie al servidor.
  • Si el servidor se encuentra conectado por el puerto serie a un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI), debemos desconectarlo, ya que pueden aparecer problemas durante el proceso de detección de hardware.
  • Ejecutar la Herramienta de Diagnóstico de Memoria, para asegurarnos de que la RAM funciona correctamente (tenemos más detalles de cómo utilizarla en la página http://go.microsoft.com/fwlink/?LinkID=50362).
  • Si tenemos dispositivos hardware que incorporan sus propios controladores, debemos tenerlos preparados. Si los hemos descargado de Internet, o los hemos conseguido por otros medios, deberemos guardarlos en un soporte óptico o en la carpeta raíz de una memoria USB

Instalación del software de virtualización.

Es importante tener claro que, todos los contenidos recogidos en este libro podrán implementarse sin dificultades en ordenadores reales. Sin embargo, nosotros utilizaremos en todo momento máquinas virtuales. Los motivos que nos llevan a tomar esta decisión está recogidos en el apartado Ventajas del uso de máquinas virtuales para la instalación de sistemas operativos en red del capítulo anterior pero, sobre todo, porque al trabajar con máquinas virtuales reducimos considerablemente las necesidades de material, permitiéndonos seguir los contenidos en entornos mucho más modestos.

En particular, utilizaremos la última versión disponible de Oracle VirtualBox, que en el momento de escribir este documento es la 4.1.16

Por lo tanto, nos dirigimos a la página oficial del producto (https://www.virtualbox.org/), localizamos la página de descarga y elegimos el enlace de descarga que se corresponda con el sistema operativo que utilizaremos como anfitrión.

El archivo descargado tendrá extensión .exe, .deb o .rpm según el sistema operativo elegido. En cualquier caso, el proceso de instalación de VirtualBox no difiere del de cualquier otra aplicación que instalemos en el sistema operativo que estemos utilizando como anfitrión.

Preparación de la máquina virtual.

El uso de VirtualBox es tan sencillo como el de cualquier otra aplicación. Una vez iniciada la aplicación, obtendremos una ventana como la de la siguiente imagen.

Para crear una nueva máquina virtual, sólo tendremos que seguir estos pasos:

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Para comenzar, haremos clic en el icono Nueva.

Esto hace que se inicie el asistente para crear máquinas virtuales. Lo primero que nos muestra es un mensaje de bienvenida con unas indicaciones básicas de su uso.

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Después de leer las indicaciones, haremos clic en Siguiente.

Lo siguiente será poner nombre a la máquina virtual que vamos a crear. Lógicamente, deberemos utilizar un nombre descriptivo, que nos permita identificarla fácilmente en el futuro. También indicaremos el tipo de sistema operativo (Microsoft Windows, Linux, Solaris, Mac OS X, etc) y la versión concreta que vamos a instalar.

En este caso, como nombre elegimos Server-2008-A, indicamos que es un sistema Microsoft Windows y que la versión es 2008.

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Después, hacemos clic en Siguiente.

En el siguiente paso, establecemos la cantidad máxima de memoria que se destinará al sistema operativo invitado. La cantidad asignada estará en función de la memoria principal disponible. Recuerda que, como mínimo debe ser de 512 Mb, pero te recomiendo que uses al menos 1 GB.

Puedes establecer el valor desplazando el indicador o escribiendo en el cuadro de texto.

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Cuando hayas terminado, haz clic en Siguiente.

A continuación, indicaremos cual será el disco duro virtual desde el que iniciaremos el sistema. Se puede utilizar uno que se haya creado con anterioridad, pero lo más habitual es crear uno para la máquina virtual que se está definiendo.

Otra alternativa consiste en omitir este paso y crear el disco manualmente cuando finalice el asistente. De esta forma, podremos especificar sus características de una forma más detallada.

En este caso, marcaremos Disco duro de arranque y elegiremos la opción Crear disco virtual nuevo.

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Para seguir, haremos clic en Siguiente.

Después, estableceremos las características del disco. Lo primero será el formato del archivo que actuará como disco virtual. Si necesitamos que el disco duro sea compatible con otras tecnologías de virtualización, elegiremos el formato apropiado. En caso contrario, elegiremos VDI.

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Elegimos la opción VDI (VirtualBox Disk Image) y hacemos clic sobre el botón Siguiente.

A continuación, indicaremos si el espacio que ocupará el disco virtual debe ocuparse completamente en el disco físico en el momento de crearlo o si dicho espacio se reservará de forma dinámica cuando sea necesario.

Si reservamos todo el espacio al principio, el proceso de creación de disco ocupará más tiempo, pero después será más rápido en su uso cotidiano.

En este caso nos inclinaremos por la opción Reservado dinámicamente.

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Para continuar, hacemos clic en Siguiente.

En la siguiente etapa indicaremos dónde se guardará el archivo que actuará como disco virtual. De forma predeterminada, se creará una carpeta con el nombre que le hayamos puesto a la máquina virtual (en este caso, Server-2008-A) y dentro de ésta, un archivo con extensión VDI (porque es este el tipo de archivo que hemos elegido más arriba), con el mismo nombre que la carpeta.

Tanto la carpeta donde se guarda el archivo, como el nombre del propio archivo podemos cambiarlo a nuestra voluntad haciendo clic en el icono con forma de carpeta que hay a la derecha.

En este paso también elegimos el tamaño máximo que tendrá el disco. Como en el caso de la memoria, podremos deslizar el indicador arrastrando con el ratón o podemos escribir el valor en el cuadro de texto. Observa que, además del número, debes escribir la unidad de medida utilizando las abreviaturas habituales.

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En este caso, dejaremos los valores predeterminados y haremos clic en Siguiente.

Con la información introducida, el asistente ya está listo para crear el disco. Sólo necesita que comprobemos que no hemos cometido ningún error al introducir los datos. Por esto, antes de proceder a crear el disco, nos muestra un resumen con sus características.

Por supuesto, podemos hacer uso del botón Anterior para modificar cualquiera de los datos que se muestran.

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Si todo es correcto, hacemos clic sobre el botón Crear.

Después de crear el disco, VirtualBox está preparado para crear también la máquina virtual. Como antes, se mostrará un resumen con las características que hemos indicado en los pasos anteriores.

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Si todo es correcto, volvemos a hacer clic sobre el botón Crear.

Cuando volvamos a la ventana principal de VirtualBox observaremos que en la parte izquierda aparece la máquina virtual que acabamos de crear. A la derecha aparecen sus características, agrupadas por categorías. Algunas de estas características podrán modificarse si necesitamos cambiar sus valores en cualquier momento.

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Ya podemos hacer clic en el botón Iniciar para arrancar la máquina virtual o sencillamente cerrar la ventana si no vamos a trabajar con ella en estos momentos.

Instalación de Windows Server 2008

Preparación de la máquina virtual

Antes de comenzar la instalación propiamente dicha, deberemos configurar la máquina virtual que creamos en el apartado anterior para que inicie desde la unidad óptica. En nuestro caso, en lugar de un dispositivo físico, utilizaremos una imagen ISO del DVD de instalación.

Para conseguirlo, seguiremos los siguientes pasos:

Lo primero será editar la configuración de almacenamiento de la máquina virtual.

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Con la máquina Server-2008-A seleccionada, hacemos clic en Almacenamiento.

Verás que aparece la ventana de propiedades de la máquina virtual, con la categoría Almacenamiento activa. Observa que disponemos de un árbol con los dispositivos de almacenamiento de la máquina virtual. Necesitamos disponer de un dispositivo óptico virtual dentro de la categoría Controlador IDE. Si tenemos una unidad óptica vacía, nos limitamos a hacer clic sobre ella. Si no es así, puedes crearla haciendo clic en el icono que muestra una unidad con un signo +, en la parte inferior del árbol.

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Una vez elegida la unidad, hacemos clic en el icono del disco, a la derecha y, en el menú que aparece, elegimos Seleccionar un archivo de disco virtual de CD/DVD

Aparecerá una ventana típica para abrir archivos.

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Nos desplazamos hasta la carpeta donde tenemos la imagen ISO, hacemos clic sobre ella y, finalmente, hacemos clic sobre el botón Abrir.

Al volver a la ventana de propiedades de la máquina virtual, observarás que ya aparecen las características de la imagen elegida.

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Si todo es correcto, haremos clic sobre el botón Aceptar.

De vuelta en la ventana principal de VirtualBox, observaremos de nuevo que los datos aparecen correctamente en la categoría Almacenamiento.

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Ahora sí que podemos hacer clic sobre el botón Iniciar, para comenzar la instalación.

Instalación

Si hemos completado correctamente los pasos anteriores, al hacer clic en el botón Iniciar, se abrirá una nueva ventana y, dentro de ella, veremos lo mismo que veríamos en un ordenador de verdad, en el que estemos instalando Windows Server 2008.

Por supuesto, podríamos hacer lo mismo en una máquina real, insertando un DVD de instalación en la unidad óptica inmediatamente después de ponerlo en marcha.

Lo primero que veremos es cómo se cargan los archivos que necesita Windows Server 2008 para iniciar la instalación.

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Nos limitaremos a esperar unos segundos

Aunque la pantalla seguirá siendo de color negro, pasados unos instantes, veremos que hemos abandonado el modo de texto y aparece una barra de progreso de color verde.

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El proceso de carga continuará durante unos segundos más.

Un instante después, veremos como comienza a cargarse la interfaz del asistente de instalación.

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Hasta ahora, todo el proceso es automático y podemos limitarnos a observar la pantalla.

Por fin, aparecerá la primera pantalla donde tenemos que introducir información. Se trata de la configuración del idioma, aunque en realidad se establecen tres parámetros: El propio idioma, el formato de hora, fecha y moneda, y el tipo de teclado que vamos a utilizar.

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Establecemos los valores adecuados y hacemos clic sobre el botón Siguiente.

Con esta sencilla operación, el asistente está listo para comenzar la instalación del sistema operativo.

Aunque por el momento nos centraremos en realizar una instalación básica, es interesante que observemos también el enlace Reparar el equipo, que puedes ver en la parte inferior izquierda de la siguiente ventana. Recurriremos a ella cuando dispongamos de una instalación de Windows Server 2008 que presente un comportamiento erróneo.

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Para continuar, hacemos clic sobre Instalar ahora.

El sistema comienza a cargar archivos para la instalación.

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Nos limitamos a esperar unos instantes.

Seguidamente, deberemos seleccionar la versión concreta de Windows Server 2008 que vamos a instalar. En realidad, dentro del DVD se encuentran los componentes de diferentes versiones, pero nosotros tendremos que elegir la que se corresponda con la licencia que hemos adquirido.

En mi caso, me inclino por Windows Server 2008 Enterprise (instalación completa) para la arquitectura x86.

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Después de hacer clic sobre la opción adecuada, haremos clic en el botón Siguiente.

Después, el asistente nos muestra el contrato de licencia correspondiente al producto que hemos elegido en el paso anterior. Es conveniente leer atentamente las condiciones.

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Si estamos de acuerdo con los términos de la licencia, elegimos Acepto los términos de licencia y hacemos clic en Siguiente.

Si hemos iniciado la instalación desde el DVD de instalación (como es el caso), sólo podremos elegir la opción Personalizada ( avanzada), ya que, si lo que pretendemos es actualizar una instalación existente, por ejemplo un servidor con Windows Server 2003 que deseamos actualizar a Windows Server 2008, deberemos iniciar la instalación insertando el DVD con Windows Server 2003 en funcionamiento. De este modo, se conservarán todos los archivos, los programas y la configuración que ya teníamos, ahorrándonos una buena cantidad de trabajo.

En cualquier caso, si vamos a realizar una actualización, deberemos realizar una copia de seguridad de todos los datos importantes antes de iniciar el proceso, ya que si hubiese algún problema durante la actualización, podríamos perder todos los datos anteriores.

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Hacemos clic en la segunda opción: Personalizada (avanzada)

En el siguiente paso, podemos optar por asignar todo el espacio del disco duro para la instalación de Windows Server 2008. Para ello, sólo habría que hacer clic sobre el botón Siguiente. No obstante, disponemos del enlace Opciones de unidad. Haciendo clic sobre él, podremos configurar el disco (o los discos) que tengamos en el servidor a nuestro gusto. Veamos esta segunda opción, para tener una idea de cómo funciona, aunque finalmente, dejaremos asignado todo el disco para la instalación del sistema operativo.

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Hacemos clic sobre el enlace Opciones de unidad.

Ya en la ventana anterior hemos podido observar que aparece una lista donde sólo hay un elemento con el texto Espacio sin asignar en el disco 0. Si tuviésemos más de un disco, o el disco (o discos) tuviesen más de una partición, en la lista aparecería una entrada por cada disco y por cada partición existente. La idea es que podamos eliminar o modificar cualquiera de las particiones existentes o incluso crear particiones nuevas.

En este caso, no existen particiones previas (de ahí lo de Espacio sin asignar), por lo que sólo deberemos asegurarnos de que se encuentra seleccionada la unidad correcta y hacer clic en Nuevo. Lógicamente, nosotros ya tenemos seleccionada la unidad correcta, porque es la única que hay.

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Hacemos clic en el enlace Nuevo.

Inmediatamente, aparecerá un cuadro de texto donde podremos escribir el tamaño de la partición que queremos crear. De forma predeterminada aparece el tamaño máximo, pero podríamos reducirlo, por ejemplo para hacer una partición diferentes para el sistema operativo y otra para los datos.

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Una vez que hayamos establecido el tamaño de la partición, ya podremos hacer clic en el botón Aplicar.

Verás que el texto Espacio sin asignar en el disco 0 ha cambiado por Disco 0 Partición 1. Es decir, ya se ha creado la partición. No obstante, aún queda un paso importante: darle formato.

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Hacemos clic en el enlace Dar formato.

Como siempre que formateamos cualquier unidad o partición, el sistema operativo nos muestra un aviso informándonos de que el proceso es permanente, es decir, que no podremos deshacerlo más adelante. Esto significa que, si la partición contuviese datos, éstos se perderían definitivamente.

En cualquier caso, nosotros acabamos de crear la partición, por lo que es imposible que tenga datos.

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Nos limitamos a hacer clic sobre el botón Aceptar.

A partir de aquí, puede haber unos instantes en los que parezca que el sistema no responde. En realidad, lo que está ocurriendo es que se está dando formato a la partición.

El proceso tardará más o menos tiempo en función del tamaño de la partición que estemos formateando.

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Esperamos unos instantes…

Cuando la ventana vuelva a su estado habitual, el proceso de formateado habrá acabado. Si, en el paso 12, no asignamos a la nueva partición todo el espacio disponible, ahora podremos repetir los pasos 11 a 15 para añadir más particiones.

En nuestro caso, dado que ya está asignado todo el disco, el enlace Nuevo aparece inactivo.

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Continuamos haciendo clic sobre el botón Siguiente.

A partir de aquí, el proceso se vuelve un tanto aburrido, ya que consiste en copiar una serie de archivos desde el DVD de instalación al disco duro del servidor, descomprimirlos e instalar diferentes componentes de forma automatizada:

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Nos limitamos a esperar…

Durante el proceso, el ordenador (en este caso la máquina virtual), se reiniciará varias veces.

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Si no queremos esperar la cuenta atrás del reinicio, podemos hacer clic sobre Reiniciar ahora.

Cuando aparezca el mensaje Presione cualquier tecla para iniciar desde el CD o DVD…, no pulsamos ninguna tecla, ya que eso conseguiría que se iniciara de nuevo el proceso de instalación. Dejaremos que se arranque desde el disco duro del servidor, que ya dispone del software de arranque imprescindible para completar la instalación.

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Nos limitamos a esperar…

Después de reiniciar varias veces, por fin llegaremos a una pantalla como la siguiente. Esto significará que la instalación ha concluido con éxito.

Durante la instalación, se ha creado automáticamente un usuario llamado Administrador, que será el que tenga los máximos privilegios en el equipo. Sin embargo, este usuario tan importante (en otros sistemas operativos, un usuario con estas características recibe el nombre de superusuario), de forma predeterminada tiene su contraseña en blanco. Cambiar su valor será el primer trabajo que deberemos completar ahora que ya está instalado Windows Server 2008.

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Para continuar, hacemos clic en Aceptar.

El primer inicio de sesión

Después de hacer clic el el botón Aceptar de la ventana anterior, el aspecto de la pantalla cambiará para solicitarnos la nueva contraseña. La solicita por duplicado, para asegurarse de que no cometemos errores tipográficos. Piensa que, si después no somos capaces de volver a escribir la contraseña, no podremos iniciar sesión en el servidor y nos encontraremos en un aprieto.

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Después de escribir la contraseña por duplicado, haremos clic en el botón que aparece a su derecha.

Otra posibilidad es que la contraseña que aportemos no cumpla con los requisitos de seguridad establecidos por Windows Server 2008. Para que se trate de una contraseña válida, debe tener, como mínimo 8 caracteres y contener caracteres complejos como números, letras mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales.

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Si la clave introducida no es válida, haremos clic en Aceptar para volver a intentarlo.

Cuando hayamos escrito una contraseña válida, aparecerá el mensaje Se cambió la contraseña. A partir de este momento, esa será la contraseña válida para iniciar sesión con la cuenta Adminsitrador.

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Haciendo clic en Aceptar, nos damos por enterados de que la contraseña se ha cambiado satisfactoriamente.

A continuación, la pantalla cambiará para indicarnos que se está produciendo el inicio de sesión. La primera vez que iniciamos sesión con cualquier usuario (incluido el Administrador), el proceso tarda algo más de lo normal, esto es debido a que se está creando toda la información de su perfil, desde las carpetas donde se guardarán sus documentos, hasta la información sobre el aspecto de las ventana.

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Esperamos unos instantes hasta que se inicie la sesión.

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Poco después, aparecerá el escritorio listo para comenzar a trabajar.

La cuenta Administrador ya está funcional y lista para usarse. Sin embargo, aún hay ciertas tareas que podemos necesitar para que las características del servidor sean las que necesitamos de él. Por ese motivo, nada más terminar el inicio de sesión, aparecerá en pantalla un asistente que nos puede ayudar a realizar tareas básicas, como establecer la zona horaria, configurar funciones de red, asignar un nombre al equipo, etc.

Este asistente, llamado Tareas de configuración inicial (o ICT, de Initial Configuration Tasks) , aparecerá de forma automática cada vez que iniciemos sesión con la cuenta Administrador. No obstante, si en estos momento no pretendemos completar ninguna de las tareas que nos sugiere, podemos limitarnos a cerrar la ventana.

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Podemos iniciar la configuración inicial, o cerrar la ventana y dejarla para más tarde.

Si cierras por accidente la ventana Tareas de configuración inicial y quieres volver a recuperarla, sólo tienes que abrir la ventana de comandos y ejecutar el comando oobe.exe

oobe son las siglas de Out-of-Box-Experience.

Más adelante, cuando pensemos que no vamos a necesitar más este asistente, podemos elegir la opción No mostrar esta ventana al iniciar sesión, en la parte inferior de la ventana.


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Categorías: Sistemas Operativos en Red